La época del verano es sinónimo de acudir a las playas a refrescarse y pegarse un buen chapuzón, aunque hay lugares donde muchos usuarios prefieren no bañarse a hacerlo con algas invasoras en la orilla. El verano en la costa de Cádiz está siendo nuevamente multitudinario, aunque no solo nos referimos a visitantes, también a la presencia de las plantas marinas en lugares muy concurridos como Tarifa, Conil, Algeciras, La Caleta o la pedanía de Los Caños, por mencionar varios.
En las últimas horas se ha conocido de que la ciudad de Tarifa está siendo uno de los municipios de la provincia de Cádiz más afectados por la incidencia de las algas invasoras en sus playas. Solo durante esta época estival ya se han contabilizado más de 9.000 toneladas algas retiradas de su litoral. En la playa de la Caleta se han retirado 334 toneladas desde el inicio de la temporada y 24 toneladas en los últimos dos días en el municipio de La Línea de la Concepción.
Según ha apuntado el concejal de Medio Ambiente de la ciudad gaditana, José Carlos Teruel, "la playa de la Caleta es la única de las cuatro playas de la ciudad donde se acumulan algas y para su retirada se está haciendo un gran esfuerzo diario por parte del peesonal de Playas". Las algas retiradas en la conocida playa de La Caleta se depositan en el punto de acopio de la explanada de San Julián (Vía Augusta) para trasladarlas posteriormente al vertedero de Miramundo.
El teniente de alcalde, delegado de Medio Ambiente, asegura que "estamos empleando muchos recursos para la limpieza y recogida de algas", destacando que "las recogidas se realizan a primera hora de la mañana e incluso de noche para no interferir la llegada de los bañistas a esta playa".
De hecho, hay algas, denominadas asiáticas, que se están expandiendo en la costa andaluza en los últimos días y que se ha convertido en una "ruina" para los pescadores artesanales de Andalucía, que a diario ven cómo disminuyen las capturas mientras sus redes recogen miles de kilos de esta especie exótica.
Los barcos de pesca de artes menores se enfrentan desde hace unos años a la presencia del alga Rugulopteryx okamurae, que ha colonizado buena parte del litoral del país, provocando la desesperación de un sector que ha visto caer en picado su facturación y que no ve una solución a corto plazo a esta problemática.