José Antonio Rivero4 min lecturaDaniel Sancho continúa en la cárcel de Surat Thani, famosa en Tailandia por las condiciones en las que allí viven los presos, sin espacio para dormir de la cantidad de reclusos que conviven por metro cuadrado.
El hijo del actor Rodolfo Sancho, que lleva seis meses entre rejas, fue condenado el pasado 29 de agosto por el asesinato de Edwin Arrieta. La familia del cirujano solicita al Tribunal de Apelaciones que revise el fallo de primera instancia y que "declare al acusado culpable bajo el artículo 289(4) del Código Penal, que establece como única pena aplicable la pena de muerte".
Por el contrario, la defensa del español ha aplazado hasta en tres ocasiones la presentación de su recurso de apelación, el cual estaba previsto en principio para el 29 de diciembre.
El periodista Joaquín Campos, residente en Tailandia, ha seguido de cerca el 'Caso Sancho', realizando una investigación y escribiendo un libro sobre el tema titulado 'Muerte en Tailandia. La verdadera historia de Daniel Sancho y Edwin Arrieta'. Por todo eso, él tiene información de cómo lo está pasando el cocinero español en prisión.
"Está muy jodido, en una celda con otras 36 personas, entre las que hay asesinos, pederastas, traficantes de drogas… Está teniendo muchos problemas de adaptación, pero confía en que le van a sacar de allí, porque eso le ha dicho su abogado, Marcos García Montes. Pero Daniel está desesperado y se teme que pueda suicidarse si no mejora su situación", dijo hace poco Campos en la revista Pronto.
Los abogados de Sancho dicen lo contrario, que el recluso español "se encuentra bien, tranquilo y contento".
"Daniel Sancho nunca cotizó a la Seguridad Social, nunca trabajó. Daniel Sancho, a quien todavía llaman chef para blanquearle, era una persona que había hecho dos cursos de cocina en escuelas privadas, pero que jamás en su vida había trabajado en un restaurante. Él no vivía atado a la realidad ni a la sociedad. Entonces él idea un plan, lo mata, lo descuartiza, lo disemina por la isla y piensa que ya está. Tú fíjate los cojones que tiene, que al día siguiente se va a la playa donde había tirado partes del cuerpo a jugar a las palas, a hacerse un masaje, a tomarse unos cócteles con unas chicas que había conocido en Tinder. Es acojonante", cuenta Joaquín Campos en una entrevista con ABC.
El periodista ahonda en la estupidez que suponer haber elegido Tailandia para asesinar a alguien, un país que no tiene tratado de extradición con España. Además, explica que si se hubiera ido a España antes de que lo pillaran, "hubiera quedado impune porque España nunca te va a enviar a Tailandia sabiendo que tu castigo podría ser la pena capital. Si él hubiera salido de inmediato y regresado a España, hoy estaría en los platós de televisión".