A medida que nos acercamos a las festividades navideñas, las calles se llenan de luces y el espíritu festivo se apodera de la ciudad. Los trabajadores esperan con ansias sus merecidas vacaciones, mientras algunos afortunados ya han llevado a sus hogares sus codiciados lotes de Navidad.
Uno de los elementos más asociados con las celebraciones actuales son los regalos, y recibir un pequeño obsequio por parte de la empresa es siempre bien recibido. La tradicional "cesta de Navidad" se ha convertido en una expectativa, un gesto que los empleados esperan con entusiasmo.
Sin embargo, si una empresa decide prescindir de este gesto navideño, ¿los empleados tienen derecho a reclamar? La respuesta puede depender de si la empresa ha seguido esta práctica en años anteriores. Si nunca ha proporcionado una cesta de Navidad, legalmente no está obligada a hacerlo y los empleados no pueden exigirla.
Por otro lado, si la empresa ha entregado cestas navideñas de manera consistente durante varios años, prescindir de este beneficio puede convertirse en un problema legal. La Justicia ha abordado esta cuestión en casos anteriores, estableciendo que la cesta de Navidad se considera un derecho adquirido de los trabajadores cuando ha sido una práctica habitual.
En 2016, el Tribunal Supremo emitió una sentencia que afirmaba que la cesta de Navidad es un derecho adquirido siempre que se haya entregado durante varios años. Esta sentencia sentó un precedente importante, indicando que esta "condición beneficiosa" para los empleados no puede ser eliminada de manera unilateral por la empresa.
En situaciones en las que la empresa decide dejar de proporcionar la cesta de Navidad, simplemente reemplazarla con otro regalo más económico, como un aumento en la nómina, tampoco es una opción válida sin el acuerdo de los empleados.
La creencia común es que las empresas no están obligadas a dar cestas de Navidad, pero esto no siempre es cierto. Hay casos específicos en los que la entrega de estos regalos es obligatoria. Esto ocurre cuando la empresa ha entregado cestas en años anteriores, convirtiéndose así en un derecho adquirido de los trabajadores que no puede ser retirado unilateralmente.
Si la empresa busca eliminar la tradición de las cestas de Navidad, deberá llegar a un acuerdo con los trabajadores y sus representantes legales. La falta de acuerdo podría llevar el caso ante la Justicia.
En conclusión, la cesta de Navidad se ha convertido en más que un simple obsequio, siendo un símbolo de la temporada navideña en el ámbito laboral. La Justicia respalda la idea de que, cuando esta tradición ha sido establecida, los empleados tienen derechos adquiridos que deben ser respetados. La ética y la buena práctica empresarial sugieren que, en caso de cambios, se llegue a un acuerdo con los trabajadores para garantizar un ambiente laboral armonioso durante las festividades.