Inmersos en pleno verano y en un mes como agosto donde son miles los viajeros que tienen vacaciones para desconectar en cualquier rincón, principalmente en la costa, unos cuantos han tenido que cambiar de planes a última hora al no poder bañarse en una playa muy conocida. Ello se debe a los altos niveles de la bacteria E-Coli en el agua, además de que se han detectado carabelas portuguesas y medusas en la zona, por lo que empeora sobremanera la situación. La mala calidad del agua no reúne las condiciones higiénico-sanitarias necesarias para el baño y desde este pasado viernes al mediodía ondea la bandera roja.
Se trata ni más ni menos que uno de los arenales más concurridos de la zona, la playa de Santa Marina de Ribadesella, una de las más utilizadas por visitantes del concejo, que desafortunadamente también estuvo cerrada al baño en 2020 y en dos ocasiones el pasado verano. El aviso, recibido en el Ayuntamiento de Ribadesella desde la Consejería de Salud del Principado de Asturias, se dio a conocer a través de la megafonía de la playa, que alertaba de "condiciones de alto riesgo". En las próximas horas, no obstante, dependiendo del resultado de las analíticas de agua, podrían poner fin al cierre temporal de la playa.
Desde el año pasado, el Ayuntamiento de Ribadesella viene realizando análisis recurrentes en la playa para mantener un control riguroso y evitar sustos. Sin embargo, se trata de episodios intermitentes para los que no encuentran una explicación. Teniendo además en cuenta que las estaciones de bombeo de la red de saneamiento funcionan bien.
La playa de Santa Marina de Ribadesella es la más importante del concejo, también conocida como 'La Playa de los Picos de Europa' por su proximidad al Parque Nacional. Está enclavada junto a la desembocadura del Sella y forma una amplia concha flanqueada por dos montes, el Somos, donde está el faro, y el Corberu, que protege la entrada del puerto. Es una gran playa urbana, de arena dorada.
Dotada de todos los servicios con los que puede contar una playa, tal como acredita la consecución en 2004 del distintivo Q de Calidad Turística. Ideal para el baño y la práctica del surf, está delimitada por el Paseo Marítimo donde destacan chalés modernos y en la parte occidental de la playa es donde están las famosas huellas de dinosaurios.