Dani Alves, ex jugador del Sevilla FC y del FC Barcelona, ha pasado su primera noche en la cárcel de Brians1. Al ex lateral se le atribuye un presunto delito de agresión sexual que, de momento, ya le ha supuesto el ingreso provisional sin fianza, por orden del juzgado de instrucción número 15 de Barcelona.
En cuanto se hizo pública la detención, el Pumas, equipo en el que militaba, anunció su destitución a través de su presidente, Leopoldo Silva. "Con la información acontecida sobre el proceso legal que enfrenta el jugador Dani Alves y por el cual se encuentra detenido en España, hemos determinado comunicar que el Club Universidad decidió rescindir con causa justificada el contrato laboral con el jugador a partir de este día", explicó el directivo.
Este mediodía le ha tocado el turno a Xavi Hernández, el que fuera su entrenador en el FC Barcelona: “Es difícil comentar una situación así. Estoy sorprendido e impactado. En estado de shock. La justicia dictará lo que sea, no podemos entrar. Me sabe muy mal por él. Estoy sorprendido”.
El brasileño ha sido acusado de un delito de agresión sexual. El lateral forzó a la mujer en un baño de un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona, la noche del 30 al 31 de diciembre. La jueza, según recoge Marca, percibe que hay riesgo de fuga, sustentado en su capacidad económica, su doble nacionalidad brasileña y española, y además, porque reside en México. Para más inri, Brasil no tiene convenios de extradición con España, lo que incrementaría el peligro de que el futbolista intente huir de la justicia española y refugiarse en su país de origen sin opción de que Brasil lo envíe de vuelta.
El ex sevillista se enfrenta a un presunto delito de agresión sexual. Tras la última modificación de la 'Ley del sí es sí', las penas oscilan entre los 4 y los 12 años de prisión cuando la agresión consista en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal.
Alves solo reconoce que estuvo en la citada discoteca, pero asegura que fue por un corto espacio de tiempo y niega la agresión sexual que se le atribuye. Un relato que según la jueza incurre en contradicciones con los indicios recabados por los Mossos, que han interrogado incluso al personal de seguridad de la discoteca.
Desafortunadamente, el caso de Alves no es aislado. En España hay otros ejemplos como el de Rubén Semedo, que fue condenado por la Audiencia Provincial de Valencia, a una pena de 5 años de cárcel por delitos de secuestro, robo, lesiones y tenencia ilícita de armas. Permaneció 142 días en la cárcel de Picassent. O el caso de Santi Mina que ha sido condenado a cuatro años de prisión.