España goza de una calidad cultural inmensa gracias a su historia. De entre todos los elementos que hacen tan especial al país (arquitectura, paisajes, gastronomía, clima…), hay uno que ha sido prestado con especial interés: los castillos. Existe una organización cultural sin ánimo de lucro que se ha encargado de contabilizarlos desde que se fundara en 1952. La Asociación de Amigos de los Castillos se gestó al amparo del Decreto de 22 de abril de 1949 y con la intención de proteger los castillos españoles. La forma en la que proteger estas valiosas construcciones es relativamente sencilla: reconocer los castillos como monumentos nacionales.
Son muchos quienes han estimado que en España hay cerca de 20.000 castillos, la Asociación Española de Amigos de los Castillos los contabiliza en más de 10.000. De esos 10.000, hay unos 200 que se encuentran en ruinas por completo. Hay lugares concretos en la geografía española donde se reúnen una gran cantidad de castillos, que se concentran en su mayoría en Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Aragón y Jaén.
De todas ellas, sólo hay una provincia andaluza. Pero Andalucía no necesita más presencia para coronarse: es Jaén la provincia española con el mayor número de castillos. En total, reúne 237 fortificaciones (97 castillos, 126 torres, atalayas y búnkers, y lo que queda: murallas y castros). La segunda en el listado de las provincias españolas con mayor número de castillos es Guadalajara (que acumula 198) y Zaragoza (un total de 183). Una mayoría arrolladora para la provincia andaluza.
¿Por qué es Jaén? ¿Qué hace de Jaén la provincia que más fortificaciones tienes? Si echamos la vista atrás, hacia la historia, podemos descubrir que algunas de las batallas que más importancia han tenido para España se han realizado en la provincia jienense. Y una de las mejores formas de protegerse de los bandos enemigos: murallas, castillos, etcétera.
Dos batallas son destacadas. Por orden cronológico, encontramos en 1212 la famosa batalla de las Navas de Tolosa (una fatídica para los árabes, puesto que con la victoria de los cristianos se inició el camino del fin de la hegemonía árabe en la península ibérica). La segunda, aunque ni mucho menos menos importante, la batalla de Bailén, que data de 1808: los franceses fueron perdiendo terreno en España con esta primera derrota del ejército que dirigía Napoleón Bonaparte.
Lo cierto es que Jaén es, de entre todas las regiones de España, una de las que mejor representa la historia de la frontera en la península, es algo que ratifica la historia: entre los cristianos del norte y los musulmanes del sur, estos dos pueblos pugnaron durante siglos por hacerse con el territorio. Y, como consecuencia, los castillos y fortalezas de la región jienense vieron como sus dueños iban cambiando. Algo que, a su vez, los iba enriqueciendo más.
El conjunto arquitectónico conforma uno de los mayores tesoros que ofrece en la actualidad Jaén. Y sólo hay que dar un paseo por los más representativos para certificarlo: Fortaleza de Santa Catalina (Jaén), Castillo de Burgalimar (Baños de la Encina), Castillo de Vilches (Vilches), Castillo de El Trovador Macías (Arjonilla), Castillo de Lopera (Jaén), Torre de Boabdil (Porcuna), Castillo de Canena, Castillo de Segura de la Sierra, Castillo de Alcaudete, Fortaleza de la Mota (Alcalá la Real), Castillo de Torredonjimeno (Torredonjimeno), Castillo de las Navas de Tolosa (Navas de Tolosa), y un largo etcétera.