Pasan los días y el despacho de Cristóbal Martell no deja de trabajar para que a Dani Alves le concedan la libertad provisional. Y tras su última declaración ante la jueza que lleva el caso, ahora la magistrada debe observar una grabación que dura 26 horas. Un video que puede ser definitivo para que el futbolista pueda salir momentáneamente hasta la celebración del juicio de las rejas de la prisión de Brians 2 de Barcelona.
Las imágenes pertenecen a siete cámaras distintas, desde ángulos diferentes, y pueden ser claves en la investigación. De hecho, según el periodista Nacho Abad, quien ha tenido acceso a una de estas grabaciones, el video puede dejar en mal lugar a la presunta víctima en relación al término consentimiento del que tanto se ha hablado y que podría resultar decisivio. "Yo observo en esas imágenes cómo Alves le toca el culo a la chica y su consentimiento está en su cabeza", ha explicado en el programa En boca de todos de Cuatro.
"Si ella no consiente, mi reacción hubiera sido apartarle y decirle 'no me toques el culo', y yo eso no lo veo. Le toca el culo y ella le coge de la cintura a él. Voluntariamente, se va al baño unos segundos después", ha continuado exponiendo el tertuliano dejando clara su posición sobre el caso.
Por el momento, la Fiscalía de Barcelona se ha opuesto a dejar en libertad provisional al exjugador del Barcelona porque existe riesgo de fuga y podría eludir a la justicia española. Su exmujer, para intentar echarle una mano, ha matriculado a sus niños en un colegio de Barcelona para el próximo curso. Sin embargo, dicha acción no ha servido para nada de momento.
En la actualidad y debido a las diferentes versiones que ha ofrecido ya el futbolista brasileño, han sido muchas las informaciones que han salido a la luz sobre los 16 minutos que ambos estuvieron dentro del baño de la discoteca Sutton. Según el propio Abad, si la magistrada ve el video con sus ojos, los acontecimientos podrían dar un giro radical: "Sale primero Alves; después sale una de las amigas, y se ve cómo chocan las manos. Ellos (la supuesta víctima y el futbolista) no hablan y, en un determinado momento, la chica se va con su amiga afuera, se ponen a hablar y se la ve a ella llorando".