El futbolista Dani Alves continúa ingresado en la cárcel de Brians 2, en Sant Esteve Sesrovire, donde llegó hace más de una semana. Desde su detención no han parado de salir a la luz nuevos y sorprendentes datos sobre la presunta violación y sobre el día a día del carioca en prisión.
La Vanguardia ha publicado este fin de semana un artículo donde recoge los testimonios de numerosas fuentes cercanas al caso, tanto oficiales como no oficiales, de dentro y fuera del centro penitenciario, que hablan sobre la adaptación del ex del FC Barcelona y aseguran que ha jugado su primer partidillo con los otros recursos en el patio. La pachanga levantó gran revuelo entre los presos, que, según el citado medio, querían verle jugar. En estos momentos, Alves está compartiendo celda con una persona conocida, un brasileño al que llaman Coutinho, que fue guardaespaldas de Ronaldinho y portero de algunas salas de fiesta en Barcelona.
A pesar de lo anecdótico que pueda parecer el detalle, no hay que olvidar que Alves fue detenido el pasado 20 de enero por un hecho grave, acusado de una agresión sexual cometida en la discoteca Sutton de Barcelona, la madrugada del 30 al 31 de diciembre de 2022. Estos hechos llevaron a la jueza a enviarlo a prisión sin la posibilidad de fianza, ante el posible riesgo de fuga por su doble nacionalidad y posición económica.
El equipo de seguridad del local al ver a la chica habría aplicado el protocolo de violación, la llevaron al hospital y después a la policía para que declarara que habría pasado.
Alves niega la acusación. Ha comentado que sí hubo relaciones sexuales, pero siempre con el consentimiento de ambas personas.
El brasileño, acusado de violación, se ha convertido en la novedad de Brians 2, hasta tal punto de que sus compañeros reclusos no paran de pedirle autógrafos. Telecinco consiguió entrevistar a un preso que salía del penal, al que le preguntaron sobre Alves y presuntamente mostró una camiseta firmada por el ex del Sevilla FC.
Esa misma persona aseguró que el futbolista no ha tenido problemas con el resto de reclusos, y que no lo llaman "violador" como a otros prisioneros que han sido acusados por el mismo delito que el ex de Pumas.
Después de su entrada en prisión, Alves fue despedido automáticamente del Pumas mexicano. El presidente del club, Leopoldo Silva, compareció ante los medios de comunicación para anunciarlo: “No podemos permitir que la conducta de alguna persona perjudique esta filosofía de trabajo".
Su abogado, Cristóbal Martell, tiene hasta el próximo 31 de enero para presentar un recurso de apelación, solicitando la libertad provisional de Alves.