Iker Castaño4 min lecturaUn entrenador de Sevilla ha sido condenado a trece años de cárcel después de haber violado a una jugadora, acosar a otra más y tener una tercera que también lo denunció y cuyo caso se sigue en otro procedimiento. Se trata concretamente de José Luis S. R., entrenador de baloncesto del equipo femenino infantil de Gines entre 2015 y 2017.
Tras pasar el caso de manera desapercibida por el celo de los investigadores de proteger a las víctimas por tratarse de menores de edad, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha ratificado la pena de 13 años impuesta a este depredador sexual. En septiembre de 2017 fue detenido por la Guardia Civil y puesto posteriormente en libertad provisional.
Tal y como ha dado a conocer Diario de Sevilla, en la sentencia (fechada el 17 de julio y facilitada por la oficina de comunicación del TSJA), la Sala de lo Civil y Penal ha desestimado el recurso de apelación que presentó la defensa de José Luis S.R. el pasado 12 de enero de 2023 por la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla. Esta Sala lo condenó a doce años y seis meses de prisión por agredir sexualmente a la primera víctima, a la que además deberá indemnizar con 20.000 euros, y a seis meses más por el delito de acoso sexual cometido sobre la segunda menor".
La historia de este caso cuenta además con un "noviazgo sentimental" con la madre de la primera menor agredida a finales de 2015 y desde mediados de 2016 llegó a convivir "de forma estable" en su casa, con su novia como con sus dos hijas, de trece años (a la que entrenaba) y otra de nueve. La relación acabó en 2017, consecuencia de los hechos cometidos por el acusado en septiembre y octubre de 2016.
Tras acercarse a la menos, le realizó varios tocamientos en los pechos y nalgas y siempre bajo amenazas hasta que un día fue a más y usando la violencia. "No vayas a contarle nada a nadie, porque si no, le cuento a todo el mundo que nos hemos acostado y luego te mato", le dijo con un cuchillo en mano. El acoso a la segunda víctima, de quince años, se produjo una vez que ya había concluido su relación con la madre de la primera víctima. Mandó mensajes por Instagram y WhatsApp en agosto de 2017 invitándole a hacer "sexo y follar". En el juicio, "rendido ante la evidencia", el acusado admitió "sin ambages" que efectivamente le mandó "groseras proposiciones de encuentros sexuales sin implicaciones sentimentales", como las define ahora el TSJA.
Tras ser condenado a doce años, seis meses y un día de cárcel por un delito de agresión sexual con acceso carnal a menor de 16 años con prevalimiento, de acuerdo con la redacción del Código Penal tras la aprobación de la ley del sólo sí es sí; y a seis meses y un día de prisión por un delito de acoso sexual también con prevalimiento, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha ratificado la condena desestimando el recurso de apelación.