El 9 de julio de 1991
Newell's Old Boys se coronaba campeón de Argentina en los penaltis ante
Boca Juniors. En la ida de aquella final,
Berizzo había marcado de cabeza para los rosarinos, a los que adiestraba
Marcelo Bielsa. Fue el primer éxito en la elite del 'Loco', ya conocido con ese sobrenombre por sus métodos de captación en la cantera de
Newell's. Precisamente
Bielsa había captado al hoy entrenador del
Celta para
Newell's y lo había subido al primer equipo cuando se hizo cargo del mismo.
No destacaba el 'Toto' por su físico y sí por su visión de juego. Jugar desde atrás, esa obsesión del '
bielsismo'.
El Sevilla no pudo fichar a Bielsa en 2010. Tenía una planificación hecha para él y al final todo se rompió en el último momento y el que llegó fue
Marcelino. Años después,
Monchi pudo completar su apuesta con
Sampaoli, otro
hijo del 'bielsismo'.
Sampaoli es '
bielsista' de una manera muy diferente a
Berizzo.
Nunca conoció a Marcelo porque no quería que por hacerlo
se le cayera el mito. Se
empapó de sus enseñanzas y las aplicó en su carrera hasta dirigir a la
selección chilena, a la que
Bielsa había puesto en órbita años antes con una impronta a la que
Sampaoli supo dar forma para conseguir
aún mejores resultados.
Luego el hoy técnico sevillista pudo conocer a
Juanma Lillo,
acaso el primer 'bielsista' español y el hombre que inculcó esas ideas a
Guardiola, máximo exponente en cuanto a resultados de una filosofía que va ganando cuota de protagonismo en el fútbol europeo y que tiene en
Pochettino, hoy en el
Tottenham y compañero de zaga de
Berizzo en
Newell's, otro gran exponente.
Hoy
Berizzo puede ser el sucesor de
Sampaoli en el
Sevilla. El técnico del
Celta no sólo se formó como futbolista -desde los 13 años hasta el salto al primer nivel en Argentina a las órdenes de Bielsa- sino que su primera experiencia en los banquillos fue junto a
Bielsa en la selección chilena. Su
Celta ha sido un fiel reflejo de aquel combinado andino y también con excelentes resultados que han devuelto a los vigueses a
Europa y al sueño de levantar un título continental.
El próximo paso podría ser cerrar un círculo que Bielsa abrió en 2010.