Pilar Lamadrid: "Cuando me retire quiero crear un centro deportivo profesional especializado en la vela"

La regatista sevillana, que comenzó a montar en vela a los nueve años en la Escuela de Islantilla, terminó quinta la temporada pasada en el Mundial 2022

Iván DíazIván Díaz 13 min lectura

Los éxitos deportivos de Pilar Lamadrid Trueba (Sevilla, 1986) no son fruto del azar. La sevillana logró durante la pasada temporada la quinta posición en el Mundial 2022, un subtítulo en la Copa del Mundo celebrada en Palma de Mallorca y varias victorias en los IQFOIL, que le auparon a liderar el ránking internacional en solitario. Son su constancia y su fortaleza mental las grandes culpables de que se colocara en la cima mundial de la vela, aunque para llegar a ese lugar tuvo que atravesar por un fuerte oleaje de pensamientos negativos durante su carrera. Pilar, windsurfista de élite que pretende ser una de las mejores regatistas mundiales, trabaja con una psicóloga, prácticamente, desde sus orígenes y no lo esconde. Su mensaje es transparente, ya que es capaz de mostrar lo más crudo de su carrera y esto es algo que le ha llevado a ser campeona de España.

- Remontándonos a sus inicios, ¿qué es lo que le hizo conectar con este deporte? ¿Cuál es la primera vez que se monta en una tabla y se pone a surfear?

- De la primera vez que me monté en una tabla tengo hasta fotos. Recuerdo que fue en la Escuela de Islantilla, que era la escuela de mi padre. A su vez su padre, fue quien se lo inculcó a él y, por ende, a todos nosotros. Lo cierto es que mi padre es el que más pasión tuvo de todos sus hermanos. Así pues fue allí en Islantilla, con nueve o diez años, cuando mi padre me prestó una pequeña vela y me montó. Antes, en la modalidad Optimist que es donde empiezan todos los niños fue donde yo comencé y a mí no me gustaba. Entonces, aquel contacto con la vela fue donde me enamoré.

- El windsurf es algo que le viene de familia, por lo tanto deben haber sido ellos su primer apoyo. Se muda con 16 años al Puerto de Santa María. Hasta entonces, tocaría poco la tabla. ¿Cómo fueron los inicios?

- Nosotros somos de Sevilla, entonces los únicos momentos que nos tocaba navegar eran los fines de semana. Estábamos en el Náutico de Sevilla y todos los fines de semana íbamos en autobús. Teníamos que ir y volver cada día todo el equipo. Era muy divertido porque iba gente de todas las clases de vela y fue una experiencia increíble. Al final, yo quería más y no bastaba con dos días de entrenamiento a la semana. En cualquier otro equipo navegaban también entre semana, por lo que hicimos el esfuerzo de mudarnos.

Tuvo muchísima culpa mi hermano Fernando. Estuve durante un año entero diciéndole a mi padre que quería vivir en la playa. Entonces, nos “liamos la manta en la cabeza”, dejamos Sevilla y nos fuimos a vivir un año de alquiler al Puerto de Santa María. Hoy por hoy, llevamos diez años en El Puerto y no hay quien nos mueva.

- Del capricho de su hermano, sacó rédito profesional.

- Exactamente. Es cierto que a él también le encanta la vela. Vamos a la par en la competición, aunque yo soy tres años mayor que él y quizás es ahí donde está la diferencia. No obstante, hemos ido los dos a la par y fue gracias a su cabezonería que hoy esté donde estoy, pudiendo además disfrutar de nuestro deporte durante cada día.

- ¿Cómo es el día a día de una deportista de élite?

- Es bastante sacrificado y comprometedor. De siete días que tiene la semana, seis estamos currando siempre. De hecho, tenemos una jornada laboral de unas ocho horas como mínimo, algo que nunca pensé cuando empecé de pequeña. Al final estamos todo el día liados. Tenemos sesiones de gimnasio y de agua a diario. Luego, todo lo relacionado con cuidar el material, que es algo muy importante en el windsurf. Y por último, todo lo relacionado con análisis de técnicas y de tácticas. Pienso que si nuestros días tuvieran más horas, los aprovecharíamos aún más incluso.

- ¿Disfruta del día a día?

- Realmente sí. Al fin y al cabo, el objetivo es el de intentar mejorar continuamente y es algo que merece la pena.

- ¿Qué hace durante el día de descanso?

- Últimamente, intento aprovechar cada minuto para descansar. Dormir y comer es fundamental. Si bien, siempre que tengo algo de energía me gusta ir a surfear. Para qué voy a separarme del agua… También me gusta mucho leer, aunque últimamente aprovecho este día para descansar.

- ¿Se puede decir que Pilar Lamadrid es windsurfista durante todo el día?

- Sí. Me engañaría si dijera que no.

- Aparte de este deporte, ¿disfruta con otros?

-Todo el mundillo de las tablas es algo que me ha encantado desde pequeña. De hecho, cuando no tenía agua, hacía skate con mi hermano. También me encanta el surf, porque estar en contacto con la naturaleza es algo que me encanta. Luego, siempre me gustaron deportes como el fútbol y el ballet, dos deportes muy opuestos. De no haberme dedicado al windsurf, me habría dedicado al fútbol o a la danza.

- Sobre sus estudios de Fisioterapia. Cuando termine quiere tener un centro deportivo centrado en el deporte profesional y especializado en la vela. ¿No tiene pensado ejercer la carrera de fisioterapeuta?

-Esto es algo a lo que aún ando dándole vueltas. Desde los 16 años siempre supe que quería estudiar algo relacionado con la salud, porque quise aprender el funcionamiento del cuerpo humano. Hoy en día, esto lo aplico en mi día a día. Realmente, no me atrae actualmente ejercer profesionalmente la fisioterapia. A mí lo que verdaderamente me gusta es educar sobre el dolor y cómo este funciona en nuestro cuerpo. De ahí viene la intención de crear un centro que divulgue esas ideas.

- A raíz del dolor del que habla, ¿se lesiona en demasía una windsurfista?

- A día de hoy, yo no he tenido nunca una lesión demasiado dura aunque toco madera. Los dolores más comunes son los lumbares o en los antebrazos. Hay muchas lesiones de hombros, aunque gracias a la preparación física con la que contamos se suelen retrasar o, en algunos casos, ni aparecen. Sí existen operaciones del manguito rotador, pues la postura que ponemos suele desembocar en problemas en ese grupo de músculos. Así pues, aparte de alguna caída o dolor, no hay gran cosa.

- ¿Es más suave caer sobre el agua que en la tierra?

- Depende de la velocidad a la que caigas. No obstante, vamos con el neopreno, chalecos anti impacto o casco, lo que reduce el dolor. Cuando te caes, respiras un par de veces y se pasa.

- Proclamada campeona de España en los años 2020,2021 y, recientemente, en 2023, Pilar Lamadrid cayó infectada por el Covid-19 en 2022 y no pudo participar en aquella edición del Campeonato de España. Una windurfista sin lesiones aparatosas, pero que no pudo esquivar el virus pandémico.

- Lo cogimos en casa y fue inevitable. Me perdí tanto el IQ Game de El Puerto de Santa María, que es algo que me apetecía mucho hacer, y el Campeonato de España. No obstante, lo logré en 2020 y en 2021 y haberlo recuperado en 2023 me causa una enorme satisfacción.

- En el tema psicológico, ¿cómo le afecta a Pilar el hecho de estar contínuamente conectada con la vela?

- Directamente, yo trabajo con un profesional. Yo tuve la suerte de toparme con María Martínez, una psicóloga deportiva. Antes iba y venía probando con algunos psicólogos distintos, aunque no terminaba de conectar y esto pienso que es muy importante. Yo hago un trabajo diario. En realidad, la vida del deportista, como de cualquier persona, está repleta de altibajos, de problemas, de cansancio y de luchas mentales. Así, al final voy aprendiendo de las distintas cosas que tiene la competición para intentar que cada día del entrenamiento esté al 200%.

- ¿Se siente Pilar Lamadrid fuerte en este aspecto?

- Creo que he mejorado mucho. Yo he tenido siempre muchos problemas porque soy una persona perfeccionista y me gusta que todo esté bajo mi control. Y a mí me costó aprender que nada está bajo mi control y que tenemos que ir adaptándonos. Yo vengo haciendo ese trabajo con María desde 2021, cuando empecé con el IQFOIL. Cada vez conozco más mi mente, sé cuáles son mis puntos débiles y mis puntos fuertes y he aprendido a manejar esto. Así que puedo decir que hay una mejora con respecto a la Pilar de hace tres años.

- ¿Ha utilizado alguna vez su tabla como psicóloga?

- Cuando estamos navegando, es inevitable tener conversaciones con una misma. Parte de ese tramo psicológico es aprender que cuando vienen esos pensamientos negativos tienes que decir que hay que romper el círculo y centrarse en lo que estás haciendo. De alguna forma, el hecho de navegar te ayuda a controlar estos pensamientos. Es normal entrar en el círculo de pensamientos de ver todas las cosas de color negro, pero si eres capaz de cortar y de relajarte y sentir el agua pasar por debajo de la tabla, esto te ayuda psicológicamente a romper ese círculo.

- ¿Podría decir una playa donde le encantaría entrenar durante todos los días?

- A la Bahía de Cádiz no la cambiaría por nada. Es verdad que he viajado a muchos sitios por todo el mundo y uno de los sitios más curiosos está en Filipinas. Se trata del Lago Taal, que es un lago que se encuentra dentro de otro volcán. Puedo decir que he navegado en un volcán y eso es increíble. Este sitio me dejó impactada, porque además nunca había visitado Asia.