Pilar Lamadrid Trueba (Sevilla, 1986) es lo más parecido a Marianne, la alegoría de la Revolución Francesa que aparece empuñando una bandera en ese mítico lienzo de Eugène Delacroix. De forma similar, pero con la vela que guía su tabla de windsurf, la deportista sevillana abandera este deporte español de la misma forma que un día lo hicieron sus tres referentes: María del Carmen Vaz, Blanca Manchón y Marina Alabau. Hija y hermana de windsurfistas, recibe a Estadio Deportivo desde su casa de El Puerto de Santa María, donde vive desde el año 2013. Es una windsurfista empedernida, luce con orgullo sus raíces andaluzas y está en lo más alto del panorama deportivo, en cuanto a la vela se trata.
- ¿Qué tal está?
- Ahora mismo estoy muy bien, no me puedo quejar porque estoy de descanso. La semana que viene ya vuelvo a entrenar en Palma de Mallorca, así que me encuentro recargando las pilas.
- ¿En qué momento empieza a pensar que puede triunfar en este deporte?
- No hay un momento concreto, fue poco a poco. Si bien, es cierto que tuve la suerte de salir del mismo sitio que Blanca Manchón y Marina Alabau. A su vez, más atrás en el tiempo también estuvo Mari Carmen. Las tres fueron windsurfistas sevillanas, que entrenaron en El Puerto de Santa María. Esto fue algo increíble, ya que pude verlas cada fin de semana. Al tener a mis ídolos tan cerca lo vi más palpable. Yo decía que si ellas habían sido campeonas del mundo y estaban aquí, tenía que seguir esa saga de windsurfistas sevillanas que van a unos Juegos Olímpicos. Todo empezó con ellas.
- Si tuvieras que elegir a una de las tres como referente, ¿quién sería?
- Es muy difícil escoger entre las tres. Cada una de ellas es increíble. En primer lugar, una de las cosas que yo aprendí de Mari Carmen fue que no debía dejar de estudiar y ella me animó mucho realmente. Hoy por hoy, ella es médico deportiva porque se sacó su carrera mientras competía. Yo seguí sus pasos e hice lo mismo con la carrera de fisioterapia. Luego Marina, que ganó ese oro olímpico, demostró que era posible llegar a lo más alto viniendo de donde venimos. Y luego está Blanca Manchón, que fue madre y volvió a ir a unos Juegos Olímpicos. Ella fue a unos Juegos Olímpicos con tan solo dieciséis años. Son tres historias completamente diferentes y yo creo que uniéndose las tres se alcanza la perfección.
- ¿Seguía a las tres en sus competiciones desde pequeña o prefería únicamente practicar el deporte?
- Las seguí todo el tiempo. Además, Mari Carmen era amiga de mis padres. Luego, Blanca y Marina fueron las siguientes niñas de la generación. Para mí fue como una familia y, por lo tanto, el deporte forma parte de la familia. De hecho, hay veces que tratamos de desconectar de este deporte, pero al final todo termina girando alrededor de la vela y el windsurf.
- Otro torneo donde ganó fue en el IQFOIL de Lanzarote. ¿Cómo fue ese torneo? ¿Lo disfruta más por ser el primero de la temporada o tenía la cabeza en los campeonatos posteriores?
- La primera regata de la temporada siempre suele ser un poco rara. Es muy pronto, teniendo en cuenta que tan solo tuvimos dos meses de pretemporada. Así pues, me lo tomé como un primer examen parcial. Sí que venía con la presión de haberlo ganado el año anterior, aunque yo me centré en disfrutar. Lanzarote es un lugar que me encanta, porque las condiciones para regatear son increíbles. También disfruté más por tener allí al top de chicas mundiales, algo que le dio más valor. Los resultados salieron, pero fueron la consecuencia de todas las cosas buenas que hicimos durante la semana.
- Con respecto a los siguientes campeonatos que le vienen en el horizonte. Vienen el Campeonato del Mundo de Holanda, el Europeo en Grecia... ¿Cómo los afronta?
- De aquí a final de temporada tenemos cuatro regatas importantes, aunque la más importante de todas es el Mundial de Clases Olímpicas que se celebra en agosto. Allí se reparten las primeras plazas olímpicas. Así, el objetivo principal es conseguir esta plaza para España. Antes tendremos esas pruebas intermedias. Dentro de poco tengo en Palma de Mallorca la Copa del Mundo, siendo el trofeo Princesa Sofía. Le tengo mucho cariño a esta regata y tengo un pique con mi padre porque él fue el ganador absoluto en 1984. Después tendremos el Europeo en Grecia, el test de Marsella y, finalmente, el Mundial.
- Ha mencionado en varias ocasiones los Juegos Olímpicos. ¿Tiene la mente puesta en los Juegos Olímpicos de París que se celebrarán en 2024?
- La tengo puesta a ratos. Al final, a todos los deportistas nos pasa lo mismo. Estamos centrados en el día a día y las olimpiadas son el final de lo que hagamos. Personalmente, yo me centro en lo que hago durante cada rato de cada semana, aunque es cierto que a veces te ronda la cabeza. Cuando tienes falta de motivación, mentalmente te montas tu película y te centras en que tu objetivo prioritario es ese. Esto es algo que está ahí. Para mí, el objetivo es ser una de las mejores regatistas del mundo y por ello quiero estar en cada competición. Así, yo creo que los JJOO son un premio en reconocimiento a todo el trabajo que se hace durante los cuatro años previos.
-Durante la temporada pasada, fuiste la número 1 del ránking mundial. ¿Qué supuso esto para ti?
- Fue una verdadera pasada. Fue totalmente inesperado. Yo hice una temporada buena, estando bien en todas las regatas. Si bien solo logré algún podio y la victoria de Lanzarote, por lo que esto, que sabes que es algo que siempre está ahí, fue inesperado. Mi objetivo era estar en el top mundial, pero cuando llegó no me lo creí. Más bien fue reconfortante, después de una temporada tan exigente y donde tuve algunos problemas. En el Europeo tuve una bandera negra que me impidió pelear finalmente. En el Mundial, una decisión errónea en el último instante me impidió lograr la medalla. Por lo tanto, esto es algo que me permitió hacerme ver a mí misma que estaba en la lucha. Esto hace que siga currando.
- ¿Preferiría tener un oro en un Campeonato del Mundo o la plaza que permite participar en los Juegos Olímpicos?
- Es una tesitura difícil. Realmente, pienso que si tienes el oro mundial deberías estar en esas olimpiadas sí o sí. Además, en nuestro deporte, únicamente asiste a las olimpiadas un representante por país. Así pues, pienso que si eres capaz de ganar un Mundial, mereces estar en los Juegos Olímpicos.
- Ha mencionado Lanzarote en numerosas ocasiones. Pero, ¿qué tiene Cádiz de especial para Pilar?
- Cádiz es el lugar donde he estado navegando desde pequeña. Al final, la Bahía de Cádiz y El Puerto de Santa María son de los mejores sitios para entrenar del mundo. Ahora se habla mucho de Lanzarote, porque se ha movido hacia allí todo el equipo olímpico. Pero yo considero el Puerto de Santa María como mi casa. Es uno de los mejores sitios para venir a regatear y navegar. Falta que se termine el plan de ofrecimiento a otros equipos para el alojamiento o el entrenamiento. Esto es lo que creo que no se está terminando de hacer aquí, porque por condiciones climatológicas y por agua no tiene que envidiarle nada a Lanzarote.
-¿Piensa que Andalucía está apostando por este deporte?
- Creo que se podría hacer algo mejor. Simplemente, se puede mirar lo que se hace en otros sitios como Vilamoura en Portugal o Lanzarote. Al final, la gente busca un lugar donde se le trate bien, donde se le trate con comodidad. Es importante en este deporte tratar de ofrecer lo mejor a cada equipo, ya sea nacional o internacional. Esa parte de marketing es la que falta, porque las condiciones y las instalaciones están.
- Con respecto a las ayudas económicas, ¿le ayudó la Junta de Andalucía en este aspecto?
Anteriormente sí lo hicieron. Después, me explicaron la política de la Federación Andaluza de Vela. En cuanto vas con la selección española, dejas de recibir ayudas. Sí te dejan utilizar el material y el gimnasio, aunque yo siento que hay cosas en las que se pueden mejorar. Donde yo he llegado ha sido por mis propios medios, porque me busqué la vida. Tengo que agradecérselo además a mis dos sponsor: Puerto Sherry y Livinda. Gracias a ellos pude llegar al escalón de la española.