Miguel de Toro (Tomares, Sevilla,1993) se marchó a Cataluña siendo un niño y volverá, algún día, siendo un hombre. Sin olvidar donde están sus raíces, echó el vuelo tan alto que tocó el cielo. Es el primer jugador andaluz en disputar unos Juegos Olímpicos, ha sido Campeón del Mundo con España y recientemente ha logrado la Copa del Rey con el Club Natació Atlètic Barceloneta. Padre desde hace tres meses, estudia un Grado de Economía en la Universitat Oberta de Catalunya y todo eso sin perder la sonrisa en ningún momento en el aeropuerto, donde nos atiende. En una conversación con Estadio Deportivo ha valorado su trayectoria, tras el encuentro de Champions disputado en Croacia durante el pasado 7 de febrero ante el Jadran ST (5-9).
- Ahora mismo lo único que quiero es llegar a casa y descansar con la familia. Han sido unos días duros y ya mañana volvemos otra vez al ruedo, ya que tenemos que preparar un partido importante de liga contra el Barcelona. Fueron 22 minutos sin ver un gol en contra y para entonces el resultado era de 0-7.
- Ayer tanto la defensa como el portero estuvieron fantásticos. Son jugadores de mucho nivel y el hecho de mantenerlos a raya supone mucho. Pero al final ellos también saben jugar y lograron marcar cinco goles, pese a que el trabajo estuviese hecho. Solo tuvimos que controlar el partido.
- Estoy un poco cansado. Ha sido una semana un tanto atípica con la disputa de la Copa del Rey y verdaderamente dura, por lo que tengo ganas de volver a casa. Fue un partido complicado, teniendo en cuenta que tan solo han pasado tres días desde que ganamos La Copa. Además, a esto se suma que el viaje de ayer fue muy largo. Lo más importante era terminar la primera vuelta de la Champions con una victoria. Desde el principio salimos muy concentrados, supimos aprovechar nuestras armas y lo importante es que la cabeza estuviese bien ya que los músculos estaban agotados después de La Copa.
- Todo comenzó en Tomares donde estuve cuatro años en mi primera etapa a la orden de David Aguilar, que fue mi primer entrenador y la persona que me introdujo esas ganas de llegar a algo en el deporte del Waterpolo. Luego cambié al Waterpolo Sevilla, que hizo potenciarme como jugador ya que contaba con un número mayor de herramientas para potenciar mi calidad. Allí contaba con más espacio, más jugadores, más entrenadores y de ahí fue mucho más sencillo dar el salto a la División de Honor y meterme en el mundillo del waterpolo catalán, que al final es el que reina en el waterpolo español.
-Fue clave en mi desarrollo como deportista, ya que él fue la persona que me hizo darme cuenta de que yo tenía opciones de conseguir algo grande. Desde el primer momento estuvo muy encima de mí y dentro de lo que pudo él siempre me ayudó como jugador y siempre me dio muy buenos consejos, incluso estando ya en Barcelona. Mantengo con él una relación personal bastante buena.
- Fue la clave. Yo entrenaba en Tomares prácticamente dos sesiones a la semana. Apenas teníamos espacio ya que en determinados lugares no se apostaba mucho por este deporte. Así pues, fue clave la decisión de irme al Waterpolo Sevilla. Allí me topé con grandes profesionales que supieron darme esa dosis de motivación y por mi parte yo tuve muchas ganas de mejorar y de alcanzar lo que hoy tengo.
- Ha sido la experiencia deportiva más increíble de mi vida. El Campeonato del Mundo fue algo mágico, pero lo de los Juegos Olímpicos es insustituible. Ningún oro europeo o mundial puede sustituir el ambiente de los Juegos Olímpicos. Estoy deseando repetirla y espero que sea en los Juegos Olímpicos de París en 2024.
- Es el sueño de todo deportista conseguir el oro y yo tuve la suerte de poder hacerlo, aunque yo tuve que gastar varias oportunidades. Al final el trabajo duro dio su recompensa.