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Miguel de Toro: "En Cataluña es donde se puede progresar"

Miguel de Toro: "En Cataluña es donde se puede progresar"
Miguel de Toro, a punto de realizar un disparo en un partido del EMASESA Sevilla durante la última temporada. - Rafa Cala
Rafa CalaRafa Cala 5 min lectura
El waterpolo es una cantera inagotable de éxitos para el deporte español. Comenzando con los triunfos de las chicas de Miki Oca en la actualidad hasta remontarse a los de la generación de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, liderados por Manel Estiarte, y que se encumbró cuatro años después en aquella mítica final de Atlanta contra Croacia. Siempre respaldada por los jugadores catalanes, la selección poco a poco va integrando nuevos miembros del resto de la geografía del país. Éste, es el caso del waterpolista sevillano Miguel de Toro.


Su relación con la piscina empezó desde que era un niño. Se inició practicando la natación pero pronto se pasó al waterpolo. Todo fue cuando cumplió 12 años. A su hermano mayor le detectaron una enfermedad en la pierna que le impedía la práctica de deportes que requiriera esfuerzo físico y comenzó con su actual pasión en su localidad natal, Tomares.


Debido a sus cualidades físicas y técnicas, destacó rápidamente y llamó la atención de los ojeadores. David Gavilán, su entrenador, le vio un gran potencial y al tiempo de comenzar cambió de aires dejando el Tomares por el EMASESA Sevilla. El conjunto hispalense fue su equipo hasta este final de temporada en el que se asentará en Cataluña, concretamente en el Club Natación Barcelona, en busca de nuevas oportunidades en la élite nacional para empezar a llamar a las puertas de la selección absoluta. “Allí está todo. Es donde hay más equipos y donde se puede progresar rápido y adecuadamente”.

Cuando se le cuestionó por un referente, un espejo en el que mirarse, evocó a la figura del internacional Xavi García. Un jugador que fue importante en los éxitos recientes de España como fue la plata en el Mundial de Roma de 2009. No solo por la calidad que posee sino también por su liderazgo.


Preguntado por la repercusión y el futuro del waterpolo en España, se mostró con algo de esperanzas pero, a su vez, muy realista debido a las dificultades económicas que sufre el país. “No hay dinero. Después del despido de Anna Tarrés, la Federación se ha quedado casi sin nada, así que el futuro no se presenta halagüeño”, indicó.


Viendo el lado positivo de la coyuntura actual del organismo, el sevillano comentó las posibilidades que se presentan para la cantera. “Está claro que ahora es cuando más hay que apoyar a la cantera y un ejemplo de trabajo bien hecho es el de Miki Oca con la nueva generación de chicas”.


Precisamente, quiso resaltar que la situación de los chicos puede ser parecida a las de las féminas hace unos años. “Los chicos podemos estar preparados ya para dar el relevo a unos hombres que han dado lo mejor. Quizá al principio no serán los resultados muy buenos pero luego podríamos hacer un papel similar o acercarnos al de las actuales campeonas del mundo”, manifestó. También quiso recordar a los medios de comunicación que no solo existen “cada cuatro años”. En su vida personal, se considera un joven normal al que le gusta hacer lo mismo que cualquier veinteañero. “Me gusta el fútbol pero suelo practicar el pádel. Además, me gusta salir con mis amigos e ir al cine”.


Para un futuro cercano, el sevillano no descarta irse al extranjero. “He tenido ofertas del extranjero, de Italia, y es una opción que no se deja de lado, aunque ahora estoy centrado en seguir estudiando INEF en la Universidad de Barcelona y combinarlo con el waterpolo”.