El entrenador del Baloncesto Sevilla,
Luis Casimiro, afirmó este jueves que encara "cada semana sin mirar lo anterior" y con la "ambición de ganar el próximo partido", en este caso el del domingo en su propia cancha contra el
Joventut.
El técnico del conjunto sevillano, que lleva tres triunfos, solo uno de ellos logrado como local, admitió en rueda de prensa que le "gustaría haber ganado más partidos en casa, ser más fuertes en
San Pablo, que sea un pabellón hostil para el rival".
De este modo, recalcó
Casimiro, podrían "trasladar la satisfacción de ganar a la afición", después de haber encadenado dos derrotas en
San Pablo (Bilbao y Valencia), si bien pidió "no olvidar que los triunfos valen igual en casa y fuera".
Para el técnico manchego, el
Joventut "tiene un estilo definido de trabajo, de juego", por lo que no le "sorprende que esté entre los ocho primeros". "Están haciendo las cosas bien en función de su medida. Es un espejo en el que mirarse desde los tiempos de
Aíto (García Reneses) y ahora con (Salva)
Maldonado", subrayó.
También destacó que el
Joventut "trabaja bien con la cantera", algo que aseguró que también hace el
Baloncesto Sevilla, y añadió que a los badaloneses "les ha salido bien la mezcla de jóvenes y veteranos" gracias a un "juego que se basa en el uso de la línea de tres", además de que "también equilibran bastante el rebote".
Sobre su equipo,
Casimiro lamentó haber "abusado del bote en ataque últimamente", al considerar que "es un problema" y que "hay que encontrar los pases antes". Además, confía en recuperar para el domingo al escolta estadounidense
Scott Bamforth, quien "evoluciona bien, aunque hay que ir con cuidado porque es una lesión de riesgo", por lo que aseveró que "si juega, será porque no hay riesgo".