"A veces es mejor parar y recuperar la salud", comienza explicando el jugador del
Real Betis Martín Montoya, que ha aprovechado un vídeo comercial del club verdiblanco y el servicio médico de Asisa para sincerarse sobre lo mal que lo ha pasado en esta recién acabada temporada 2021/2022, en la que
prácticamente se ha quedado en blanco por culpa de una lesión que se agravó mucho más de lo previsto y que ha complicado mucho su futuro como verdiblanco. Dar
un paso atrás para luego avanzar dos hacia adelante. No piensa en otra cosa.
Ahora, el que fuera canterano del Barça
comienza a ver la luz y confía en recuperar su mejor versión para la 2022/2023, aunque es consciente de que para ello antes tiene que
recuperar mucho terreno perdido. Después de haber jugado en Heliópolis en la segunda mitad de la 15/16, como cedido por el Barça, Montoya volvió a coste cerro en el verano de 2020 tras pasar por Valencia y Brighton. En su primera temporada vivió a la sombra de Emerson Royal y en la pasada
arrancó como teórico titular tras la grave lesión de Youssuf Sabaly en pretemporada.
Sin embargo,
en los últimos días del mercado estival de 2021, el Betis se hizo con el préstamo de Héctor Bellerín y, para colmo, antes incluso de que Sabaly regresase para reivindicarse y demostrar por qué le había fichado Cordón,
Montoya se lesionó de gravedad en su tobillo, disputando únicamente 10 partidos, perdiéndose los siete últimos meses de la temporada e hipotecando su futuro pese a tener
contrato en vigor hasta 2024.
Para la 22/23, aunque en teoría ya está recuperado de su compleja dolencia,
volverá a partir por detrás del senegalés y es consciente de que tanto Bellerín como el Betis van a hacer todo lo posible por unir de nuevo sus caminos. Incluso tiene competencia en
Aitor Ruibal, que ya ha sido utilizado por Pellegrini como lateral de urgencia y que ya jugó en esa posición durante su cesión en el CD Leganés, hace tres temporadas. A día de hoy, sin propuestas sobre su mesa para buscar una salida, su hoja de ruta se ciñe al Betis y Montoya se concentra en la remontada y el volteo a su situación.
Una deformación, o 'problema de Haglund' tiene la culpa
El vídeo emitido por los medios del Betis se explica con detalle que Montoya sufrió un problema bilateral en una dolencia conocida como
'problema de Haglund' o 'deformidad de Haglund', una calcificación en el calcáneo del pie que le limitaba mucho en los entrenamientos y que le
obligó a pasar por el quirófano tras comprobar que el tratamiento conservador por el que habían apostado en primera instancia no había dado resultados óptimos.
"Tenía que parar, debía hacerlo porque llevaba con muchas molestias desde que volví al Betis. A diario, con muchos
problemas para competir, para entrenar e incluso para caminar", explica Montoya, quien mandó un mensaje de gratitud hacia hacia los servicios médicos de la entidad y, en especial, para la
afición del Betis: "Le tengo que dar las gracias por los mensajes de apoyo de toda esta afición, que es de 10. Espero poder volver a jugar pronto en este estadio y darlo todo para volver a ganar un título".
"Quería volver como fuese. He tenido que pasar por el quirófano para resolver este problema, pero estoy muy contento por si segunda vuelta", añade el catalán, en tono emocionado, sobre los complicados momentos que ha atravesado tanto en lo deportivo como en lo personal.
"Cuando trabajas duro, no te rindes y das lo mejor de ti, las recompensas acaban llegando. ¡Qué ganas tenemos de volver a verte sobre el césped, Martín!", añade la cuenta oficial del Betis en sus perfiles de redes sociales para animar a Montoya y acompañar un vídeo que concluye con imágenes de Montoya ejercitándose en la Ciudad Deportiva Luis del Sol. Muchos compañeros se han ido de vacaciones y él sigue trabajando en su recuperación. Las ganas de volver pueden más que cualquier temor a la competencia o a su aún incierto futuro.