Nabil Fekir reaccionó de manera airada a la falta que acababa de recibir de
Óscar de Marcos y, sobre todo, a la provocación de
Iker Muniain, que, con el francés en el suelo quejándose de la entrada del carrilero del
Athletic, se agachó a decirle y/o hacerle algo que hizo estallar al '8' verdiblanco. Su respuesta, una patada al capitán rojiblanco, fue castigada lógicamente con una
roja directa por parte de
Mateu Lahoz, originándose una tangana ante las protestas de
Bartra y, sobre todo,
Canales, que entendía que debía reprenderse también a quienes se tomaron antes la justicia por su mano. Y todo porque el mediapunta del Betis, que había visto cómo varios de sus movimientos para proteger el balón con los brazos impactaban en el rostro de rivales y eran señalados como infracción, decidió perder tiempo con 1-0 haciendo
malabarismos con el balón, además de una pared con
William Carvalho.
El acta del colegiado valenciano
no hizo sangre con el campeón del Mundo, limitándose a describir la acción y tildarla de "
patada a un adversario sin estar el balón en juego", por lo que no entra en el apartado de
agresiones, sino más bien en el de
desconsideraciones, por lo que será castigada con
dos partidos como máximo (se perderá seguro la visita del próximo domingo al
Celta en la jornada 29 y puede que también el choque en casa de la 30 contra
Osasuna). De todas formas, el
Real Betis no esperará al dictamen este miércoles del
Comité de Competición para presentar o no recurso ante
Apelación, sino que tramitará las correspondientes alegaciones al documento oficial que firmó Mateu Lahoz, sobre todo tras el análisis de las tomas de vídeo grabadas desde la grada baja de
Gol Norte.
En ellas, se puede comprobar perfectamente que Muniain dice algo al oído de Fekir y le tira de la
barba, un elemento estético casi sagrado para los musulmanes, que, aparte de representar hombría y honor, es un
símbolo de devoción al profeta
Mahoma, que, según las escrituras, lucía una tupida y larga. El Betis espera que esta incitación del centrocampista vizcaíno obre como atenuante, pues hubo una
provocación, con el agravante del factor
religioso, y Fekir no patea porque sí al capitán vizcaíno. El objetivo es que, como mucho, 'descanse' una jornada. De hecho, antes de esa reprobable reacción, él es el agredido, primero con una fuerte entrada de De Marcos que se queda en amarilla y, a continuación, con el gesto de desprecio de Iker.