No tuvo suerte en el
Real Betis Balompié y tardó en encontrar su sitio en
LaLiga, pero, finalmente,
Darko Brasanac se ha consolidado como todo un futbolista de
nivel de Primera división.El
serbio llegó de la mano de
Miguel Torrecilla, por aquel entonces director deportivo bético, en
verano de 2016. Fue una solución de urgencia, pues el
Real Betis se cansó de esperar al
Nápoles por
David López, el cual llegó a aterrizar y a pasar reconocimiento médico.
El balcánico costó 1’5 millones de euros.Después de un primer curso con cierto protagonismo,
Brasanac tuvo que salir por no encajar en el estilo de fútbol y de juego de
Quique Setién, quien llegó al banquillo verdiblanco con una idea concreta de futbolista en la que
Brasanac no entraba. Por eso, se fue, primero a
CD Leganés, y, luego, a Deportivo Alavés, donde tampoco tuvo demasiada suerte.Fue entonces cuando
CA Osasuna se le cruzó en su camino y
Brasanac no dudo en aceptar, al igual que el
Real Betis que recuperó la inversión realizada tras recibir
un millón de euros por el traspaso y la opción de recibir 250.000 euros si el conjunto navarro se clasifica para competición europea, guardándose además un 10% de un futuro traspaso, cláusulas que están vigentes aún.Desde entonces,
Brasanac se ha asentado en
Pamplona como un jugador capital.
En su primera campaña jugó 31 partidos (2.249 minutos), en la segunda, las lesiones en el hombro y el peroné le cortaron la progresión, y en esta, su tercera en El Sadar, ha sido titular en los cinco partidos, jugándolo prácticamente todo bajo las órdenes de un
Jagoba Arrasate que lo ve clave en su esquema y equipo.
Con molestias físicas durante esta semana, está por ver si
Darko Brasanac entra en la convocatoria o no, durante la realización de este artículo no había salido aún, produciéndose así el reencuentro del
Real Betis con un exfutbolista que ha encontrado su sitio en
LaLiga.