La
crisis económica heredada de la sanitaria del coronavirus va a
reducir drásticamente los presupuestos de los clubes, que se apresuran, como el caso del
Espanyol, a cerrar acuerdos con sus
patrocinadores para asegurarse unos ingresos en esta época tan complicada. En el caso del
Betis, la futura
ley que prohibirá la
publicidad de casas de apuestas en las
camisetas afectará también de manera importante, aunque el departamento de marketing de la entidad maneja otras
propuestas igualmente interesantes.
Además, cualquier otra fórmula que permita engordar la caja será bienvenida, hasta el punto de que en la Avenida de La Palmera se están planteando
alternativas que se habían descartado anteriormente, por no merecer la pena las cantidades barajadas y por el
impacto en la afición, como es cambiar el
nombre del estadio. Ahora, habrá que utilizar todos los recursos disponibles, aunque se baraja la opción de añadir un
segundo apellido publicitario al Benito Villamarín, como ocurre con otros recintos (Mallorca, Celta, Atlético...).
Así lo avanzaba este martes Canal Sur Radio, que hablaba de
gestiones adelantadas con una o varias empresas de renombre que están interesadas en incorporar su marca al coliseo verdiblanco. Sería una medida temporal que reportaría
pingües beneficios al Betis para cuadrar las cuentas y poder afrontar
operaciones en el mercado actualmente fuera del alcance heliopolitano.
Además, el ente público desvelaba que
Ángel Haro y José Miguel López Catalán dejarán de ser en breves fechas
consejeros delegados de la entidad, cargos que ostentaban junto a los de
presidente y vicepresidente, respectivamente, y que la oposición reclamaba que se desligaran con el fin de que no asumieran tanto poder. Queda el trámite de inscribir este movimiento en el
Registro Civil y que la próxima
junta de accionistas lo valide. Ya se ha gestionado
ante notario, puesto que, según 'Muchodeporte',
no ejercen desde febrero, asumiendo cuatro años después de su asunción estas funciones el resto del
consejo de administración.