La irrupción del
coronavirus en el mundo del deporte ha generado una inquietante sensación de incertidumbre que ataca directamente a
su línea de flotación. Son muchas las incógnitas que permanecen sin resolver, a pesar de que en muchos países se empeñan en mantener viva la esperanza de reanudar la competición. Los máximos responsables de las Ligas se afanan en diseñar los distintos
protocolos que garanticen la seguridad de los jugadores en la vuelta al trabajo, previsto en la mayoría de los casos para finales de mayo o principios de junio. Pero, hay otros muchos aspectos que todavía no han quedado definidos y que dejan en el aire el futuro de muchos de los protagonistas.
Una de las preguntas que todavía no tiene respuesta es
qué pasará con los jugadores que acaban contrato el próximo 30 de junio si las competiciones se alargan, como se prevé, más allá de ese mes. Y qué será de ellos si sus equipos, por ejemplo, tienen que disputar competición europea, previstas para el mes de agosto.
En esa situación se encuentra
Pedro Rodríguez, el jugador del Chelsea al que el Betis no le quita ojo. En Heliópolis saben que su fichaje no sería nada fácil, que la competencia es elevada y que económicamente supondría un esfuerzo importantísimo, pero también lo eran operaciones como las de
Fekir, Lo Celso en su día, o William Carvalho y lograron hacerse.
Con todo, tanto
el jugador como el Betis están en estos momentos atados de pies y manos, sin posibilidad de avanzar en un sentido u otro. El atacante canario porque está a la espera de saber qué sucederá con su contrato, si tendrá que alargarlo para poder seguir compitiendo con el Chelsea más allá de su fecha de caducidad, el próximo 30 de junio, y el Betis porque
todavía es pronto para calcular el efecto que el coronavirus tendrá en la planificación de la próxima temporada y en el presupuesto disponible para ejecutar los fichajes.
En este sentido,
el jugador prefiere esperar a que se vaya despejando el horizonte más cercano, que se reanude la Premier y, entonces, celebrar una reunión que tiene pendiente con el club para aclarar su futuro. "De momento, como todo esto ha afectado a todo, estamos a la espera de una reunion con el club. No nos hemos sentado para ver si puedo renovar. Yo lo que sé es que mi contrato termina el 30 de junio, voy a seguir aquí hasta ese momento y después queda pendiente una reunión con el club y estoy abierto a escuchar otras ofertas, pero mi prioridad es acabar mi contrato y a partir de ahí lo que puede pasar", reconocía la madrugada del domingo en el programa de la
Cadena Ser 'El Larguero', donde no podía disimular una sonrisa al ser preguntado por el interés del Betis. "No suelo pensar mucho en las cosas que vienen en la prensa.
No sé si el Betis me quiere", decía con cierto tono de satisfacción. "Estoy tranquilo, estoy esperando a ver lo que puede pasar de aquí al final de temporada. Queda pendiente esa reunión con el club, tengo contrato hasta el 30 de junio, quiero cumplirlo y ver cómo avanza todo esto. Porque
para los jugadores que quedamos libres todo esto es un problema porque si hay que prorrogar los contratos para acabar las ligas en julio, habrá que buscar una solución a todo esto. Estaremos pendientes para tomar las decisiones pertinentes", insistía el canario.
La Premier, Italia, España e incluso Catar son alternativas que maneja el jugador, pero, en su opinión, avanzar en alguna de ellas en estos momentos sería "estúpido". "Tengo ofertas de muchos sitios, valoraré dónde puedo ir a ver lo que sale, no sé lo que puede pasar.
Avanzar algo sería estúpido por mi parte, no tengo certeza de nada. Lo que sé es que mi contrato termina el 30 de junio y tengo esa conversación con el club y a partir de ahí decidir".
Lo que está claro es que sus opciones de seguir en el Chelsea son muy limitadas, más allá de lo que suceda esta temporada y que regresar a España ocupa un lugar preferente. Si la intención de los 'Blues' fuese amarrar su continuidad, lo habrían hecho mucho antes, por lo que el futuro de Pedro está lejos de Londres. Sólo resta por ver si el Betis pasa a la acción y transforma el sueño de hacerse con el campeón del mundo en realidad.