Luis Oliver ha estado hoy en los juzgados de
Sevilla como representante de
Bitton Sport en una nueva sesión del juicio entre
Lopera y el
Betis después de que todavía no se haya llegado a un acuerdo entre las partes. El propio Luis Oliver no ve con malos ojos ese acuerdo, el cual podría aceptar a firmar, pero siempre y cuando haga antes Lopera. "Le veo con más voluntad, pero lo quiero ver. Guillén me dijo que Lopera iba a firmar. Platas me dijo que Lopera iba a firmar. Y Ollero me dijo que también iba a firmar, y me tuve que reír. Es la cuarta vez que lo escucho ya", ha dicho en los micrófonos de
Radio Sevilla.
"Lopera está un poco enfadado conmigo porque firmamos el acuerdo con los antiguos malos. Él ahora quiere firmar y yo no me voy a enfadar. Él hará lo que crea. Después de Lopera vamos nosotros", ha indicado el miembro de
Bitton Sport, al que le cuesta creer que
Lopera vaya a firmar: "Mi sensación, como Torrecilla, es que me cuesta creerlo, por eso he dicho que firmo cuando vea que él firma. Es más, yo, al haber firmado ya, sólo tendría que firmar una nueva bajada de pantalones. Intentaremos hacerlo por el bien del Betis si Lopera lo hace".
Sobre dicha
negociación,
Oliver ha dado su versión: "Nosotros no hemos firmado. Firmamos hace dos meses y medio con el Betis. En aquel momento nos pareció bueno para la afición y para el Betis, siendo malo para nosotros porque renunciábamos a muchas cosas. Durante la semana pasada hemos estado negociando, pero ahora nos quieren quitar la mitad y quitarnos las plusvalías. Estamos un poco perplejos. Hemos firmado hace dos meses, qué sentido tiene volver a negociar porque unas plataformas dicen que es mucho dinero. El Betis vale 20 veces más de lo que hemos firmado. El Betis vale ahora mismo unos 150 millones de euros".
Y fue más allá el
empresario, que no descarta comprar acciones si finalmente hay
acuerdo: "Cuando estuvimos negociando dijimos que valía 150 millones. Ellos lo compraban por un 15% y les dijimos que estaban especulando. Por eso metimos la cláusula de las plusvalías. Yo sé que el club se va a vender antes o después, por eso el objetivo ahora es quitar las plusvalías. Me parece que comprar el Betis a este precio es encontrar petróleo en el jardín de tu casa. Compraremos todas las acciones que podamos comprar. El tema es que nosotros ya hemos firmado y lo que queremos es que se cumpla. Tuvimos horas y horas de reuniones y ahora, dos meses y medio, no vale. Habrá que preguntarles al presidente y al vicepresidente por qué no vale. Era un contrato que le daba estabilidad al Betis para cinco años. El club debería estar tranquilo, pero el Betis nunca lo está".
En cuanto al hecho de que
Hugo Galera y
Bético por el Villamarín no quiera firmar el acuerdo,
Oliver ha comentado: "En lo único que influye Hugo Galera es en los paseíllos, que a ninguno nos gusta tener a 30 periodistas en los juzgados. En el reparto accionarial no tiene nada que ver. Esto es una vieja pelea de viejos gallos que va a terminar haciéndole daño al Betis. Creo que es un tema personal y el Betis es un escenario de fondo. Hay odio entre ellos y a mí lo que más me ha impresionado ha sido lo de Galera. A Lopera lo veo con la mano más tendida a llegar a un acuerdo por el bien de los béticos, pero a Galera lo veo con un odio que no debe ser bueno ni para la salud. Bitton ha hecho un esfuerzo para que las acciones vayan a los béticos. Y don Manuel, también. La nota discordante es el odio de Galera. No sé lo que va a pasar".
Por último,
Oliver quiso limpiar su honor: "Una de las cosas que me he dejado en el Betis es el honor. El dirigente del fútbol no tiene puerta grande, hasta Florentino Pérez se tuvo que ir por la puerta de atrás. Me han acusado de muchas cosas, de saqueador y de ser empleado de Lopera. En cinco meses me van a absolver, ha habido una caza de brujas muy bien llevada. Los malos empezaron por Bosch y luego por Estepa... Los administradores judiciales les han hecho mucho daño al Betis. Haro y Catalán han parado la línea descendente. Yo no tengo ningún antecedente judicial en 55 años. Sólo tengo algo por decirle unas cositas a la juez Alaya. Todos los que me han acusado tendrán que pedirme perdón. Me parece muy poco seis millones de euros por todo esto. Han mancillado mi honor. Las cosas hay que demostrarlas en los tribunales. Jamás le he metido una querella a un periodista. De momento, soy inocente y seré inocente".