Francisco Salas3 min lecturaLa WNBA cambió de rumbo hace unos meses cuando llegó a la liga uno de los mayores fenómenos mediáticos de su historia reciente, Caitlin Clark. La escolta de Iowa reventó todos los récords habidos y por haber en el baloncesto universitario y estaba a punto de dar el paso al profesionalismo. Es cierto que ese movimiento, siempre tan complicado en el deporte estadounidense, generabas dudas, sin embargo, por su estilo de juego se confiaba en que trasladase bien. Y ahora, unos meses después y con la temporada regular a punto de terminar, se ha confirmado que no solo estaba preparada, si no que es una de las grandes de la liga, y las Indiana Fever, que confiaron en ella y la seleccionaron en el primer puesto del draft, tienen en la 22 una mina de oro.
Clark llevó a las Fever a que consiguieran el martes la clasificación matemática a los 'playoffs', y no contenta con eso, lo celebró como ella mejor, sabe, con un festival anotador que le sirvió para dirigir, con un triple doble de 24 puntos, diez rebotes y diez asistencias, la victoria por 93-86 de su equipo contra Los Ángeles Sparks. Lo que significa la quinta victoria consecutiva del equipo, que ha dado un salto de calidad inimaginable.
Clark fue protagonista con un ocho de 17 en tiros de campo y cuatro triples para 24 puntos, a los que agregó diez rebotes, diez asistencias y tres robos. Y como única nota negativa, la ex de Iowa perdió siete balones. Además, una muestra de su condición física es que fue la única jugadora del partido en disputar los 40 minutos. Y estuvo bien acompañada por su compañera Aliyah Boston, que aportó un doble doble de 24 puntos y catorce rebotes.
Las Fever sellaron el martes la clasificación matemática para la postemporada, sin jugar, gracias a las derrotas de las Chicago Sky contra Las Vegas Aces y de las Phoenix Mercury contra las Atlanta Dreams. Y esto significa el retorno de franquicia de Indiana a los playoffs, algo que no conseguía desde la temporada 2016. Y ahora las Fever son terceras en el Este de la WNBA con un balance de 18-16, un gran cambio respecto al año pasado, sin Clark, donde fueron la peor franquicia de la competición con un balance de 13-27. Pero todo ha cambiado con su nueva estrella, que está opositando para acabar como una miembro del mejor quinteto de la liga.