El Valencia Basket se quedó corto de argumentos para complicar la vida en Belgrado a un Maccabi Tel Aviv en racha, y, aunque no se dejó ir, cedió un cómodo triunfo en su exilio al equipo israelí que complica mucho al conjunto 'taronja' sus opciones de clasificarse para el 'play-in', el cruce de acceso a cuartos de final de esta Euroliga.
El equipo de Álex Mumbrú pudo trampear hasta el último cuarto pese a su falta de contundencia para proteger su aro y a que la actividad defensiva de brazos de los locales les permitió correr en algunos momentos. Pero más allá de resistir apenas puso en problemas a su rival pese a tener una enorme oportunidad en esta jornada y ahora le queda esperar los fallos de Milán, Efes y Partizan, sus rivales por la décima plaza, la última que parece quedar libre para esa eliminatoria.
El entrenador del Valencia Basket, Álex Mumbrú, asumía su inferioridad e indicaba que, durante todo el choque, tuvieron la sensación de que había momentos en los que no podían controlar al equipo israelí y que terminaron por decidir el choque. "Empezamos fríos, también lo estaba el pabellón, todo el mundo lo estaba. En los primeros veinte minutos no estábamos y ellos anotaron muy fácil, no éramos el equipo que queríamos ser", señaló.
"En la segunda mitad tratamos de ser mejor equipo, estuvimos mejor, pero, cuando nos pusimos a diez, tuvimos dos o tres pérdidas y concedimos dos o tres rebotes ofensivos. La sensación es que ha habido momentos en que no hemos podido controlarlos y que han decidido el partido", afirma. El Maccabi llegaba tras quince victorias seguidas entre esta Euroliga y la liga israelí.
También un descalabro (73-98) fue el que vivió, por otro lado, el Surne Bilbao Basket en la ida de semifinales de la Copa de Europa FIBA. Los bilbaínos, en Miribilla, fueron arrollados por el Niners Chemnitz alemán y casi dicen adiós a una final con la que soñaron en la primera mitad, y sobre todo, en el primer cuarto.
Fue un auténtico derrumbe tras el descanso de los de, en esta ocasión, 'hombres de blanco'. Los pupilos de Ponsarnau se vinieron abajo en dos últimos cuartos, en los que cedieron por 12-30 y 15-27 después de haber arrollado en el primer tramo al conjunto del argentino Rodrigo Pastore (29-16) y haber aguantado hasta el descanso por delante (46-41).
"En la segunda parte empezamos con una mala sensación de inferioridad. No ganamos ningún balón dividido por estrés, por mal juego, por saltar a destiempo y balones perdidos estúpidos. Han hecho un trabajo fantástico y nosotros muy malo. Toca aprender", incidió un Jaume Ponsarnau, entrenador del Surne Bilbao Basket, que admitió que su equipo "no estuvo a la altura" en esta primera parte de la semifinal.