Francisco Salas3 min lecturaLa LEB Oro es una categoría sumamente cruel, en la que durante meses los equipos, muchos históricos, de la división de plata del basket español luchan a cara de perro por dos plazas de ascenso, una que se dirime en la temporada regular y otra que pelean los equipos clasificados del 2º al 9º. Este año han ascendido el Leyma Coruña y el Lleida, pero hay un equipo con una historia pesadísima a su espalda que se ha quedado al borde subir, el Movistar Estudiantes, que para tratar de hacerlo el año que viene ha decidido incorporar a un jugador diferencial. Por otro lado, el Real Betis, que perdió en los 'playoffs' de ascenso, precisamente ante los colegiales, ha perdido a su mejor jugador, que probará suerte en la ACB.
Patricio 'Pato' Garino, alero argentino con pasaporte italiano de 31 años, se ha convertido en el primer fichaje para la próxima temporada del equipo madrileño, tras poner fin a su etapa en el Fuenlabrada. Garino, que llegó a debutar en la NBA de la mano de los Orlando Magic, ha jugado en Europa en clubes como el Baskonia, el Zalgiris de Kaunas, el Nanterre 92 francés o el Basket Girona. Además, en el plano internacional, ha conseguido con su selección tres platas, en el Mundial de 2019 y en las AmeriCups 2015 y 2017, además de un oro en los juegos Panamericanos de 2019. Su futuro técnico, Pedro Rivero, señaló que "es una noticia muy importante. Es un tres muy físico. El año pasado demostró mucha capacidad para defender, para rebotear y para ser agresivo en los primeros ocho segundos de la posesión".
Por otro lado, el escolta uruguayo Joaquín Rodríguez, la estrella del Real Betis, será jugador del Casademont Zaragoza para las próximas cuatro temporadas. A sus 24 años, Rodríguez ha sido una de las grandes sensaciones de la LEB Oro esta temporada, y se ha ganado dar el salto. Con los verdiblancos ha promediado unos muy buenos números: 14,2 puntos, 4,4 rebotes y 3,5 asistencias para obtener un 14,7 de valoración, y durante todo el año ha sido la referencia de un conjunto plagado de problemas y que tenía en él a uno de sus principales motivos para sonreír. Además, Joaquín es también un fijo en la selección de Uruguay y será el primer jugador de nacionalidad uruguaya en vestir los colores de Casademont Zaragoza.