La temporada de 2024 de Paula Badosa se va recordar para lo que pase como una auténtica montaña rusa en la que la jugadora española ha pasado por casi todos los estamentos tenísticos posibles. A la ausencia de la primera parte de la campaña por la lesión que le dejó fuera en 2023 y casi le cuesta la carrera vino acompañada de molestias varias y un sinfín de dudas a la hora de volver a tener continuidad, y no fue hasta la segunda parte del año cuando llegó la pista rápida y empezaron a salirle las cosas gracias a un juego que se asemeja al de sus mejores momentos.
Títulos, grandes victorias ante jugadoras de la aristocracia tenística y sobre todo unas sensaciones muy que muy buenas que la han llevado a bordear el top 10 y que pese a haber estado 'de baja' casi medio año, la dejaron a las puertas del top 10 de la WTA. Sin embargo, también hubo grises en esa época dorada. Fue exactamente en la gira asiática, cuando subió una foto a sus redes sociales con los ojos achinados y unos palillos chinos en los que se le acusó de racista. Y ahora, unos meses después, la WTA le ha dado un 'toque' por esa publicación.
Por publicaciones como esta de la catalana o una de la polaca Magda Linette en la que puso en una foto llegando a Wuhan la frase "la base de datos de virus ha sido actualizada". Y por eso mismo y de cara a evitar este tipo de episodios, la nueva directora ejecutiva de la WTA, Portia Archer, ha mandado una carta a todas las jugadoras asegurando que “no se tolerarán contenidos desagradables de ningún tipo”, según recoge el medio británico INews.
Archer recalca que los países las reciben como sus invitados con un esfuerzo y unos gastos considerables, y es "muy importante" respetar la cultura local de las regiones en las que compiten, lo que hace que su circuito sea "un éxito". “El contenido de mal gusto de cualquier tipo relacionado con la cultura, la historia o los estereotipos hirientes de un grupo de personas o de una región es incompatible con los valores de la WTA y no se tolerará. Estas acciones dañinas no solo generan una cobertura negativa y dejan mal a la tenista, sino que afectan a todo el tenis femenino y también tiene un impacto negativo en el equipo y personal que trabaja duro para organizar los torneos WTA”.