La victoria de Toni frente a su sobrino Rafa Nadal

El canadiense Félix Auger-Aliassime, entrenado por Toni Nadal, se vengó de lo ocurrido en los octavos de final de un Roland Garros

La victoria de Toni frente a su sobrino Rafa Nadal
Toni y Rafa Nadal - Twitter / @ellarguero
José Antonio RiveroJosé Antonio Rivero 4 min lectura

Rafael Nadal sumó su segunda derrota consecutiva en las Finales ATP que se celebran en Turín, la cuarta consecutiva en general, al caer frente a Félix Auger-Aliassime, que se impuso en dos sets, por 6-3 y 6-4, tras casi dos horas de juego.

Dos partidos, cuatro sets encajados y ninguno a favor, ese es el balance del tenista español en el único gran torneo que se le resiste, el cual se disputa en unas condiciones que no le favorecen, en pista dura y bajo techo. Sus opciones para acceder a semifinales son más que complicadas. Lo primero es que no gane Ruud, para ya luego poder hacer unas complicadas cábalas.

El partido fue una revancha del enfrentamiento de octavos de final de un Roland Garros que acabó llevándose Nadal, en el que se impuso con dificultad al canadiense en cinco sets y con una pequeña diferencia respecto al partido de este martes, la presencia de su tío, Toni Nadal, que ahora es el entrenador del tenista canadiense, una de las nuevas sensaciones del circuito ATP este curso.

Toni estuvo en todo momento contenido en sus gestos, sin celebrar puntos de ninguno de sus contendientes, consciente del conflicto de intereses.

Empezó potente Auger-Aliassime con un primer saque directo. Pese al golpe, se notó cómodo a Nadal en el inicio, con su idea clara. Celebró un buen punto con el puño cerrado y se colocó 15-40 arriba tras un fallo de Félix que, sin embargo, no pudo aprovechar ante un rival que encimó mucho y obligó al español a jugar desde muy atrás.

Empató a dos el balear con una bola pegada al pasillo que provocó los aplausos de la grada. Reforzó su confianza. Con 3-3, doble falta de Félix y dos malas acciones en la red volvieron a dar la oportunidad de quebrar al de Manacor.

No pudo convertir, otra vez, y Aliassime consiguió mantener el servicio. La historia se repetía con cada posible rotura de Nadal, que empezó a dejar escapar la confianza con la que había iniciado, esa que fue ganando el canadiense. Auger le dio la vuelta y tomó el mando en Turín (5-3), cerrando con su saque el primer set.

La dinámica del final de la primera manga siguió en el comienzo de la segunda. Rompió el canadiense a un Nadal ya cansado, que acusó la falta de ritmo de competición a la que tanto ha apelado estos días. Demasiadas oportunidades al limbo durante el primer set y en una cita en la que si perdonas lo acabas pagando. El balear acabó cayendo 6-4 en el segundo set, en un torneo que parece maldito para él.

El primer cabeza de serie en Turín, número dos del ránking por detrás de Carlos Alcaraz, tendrá que esperar ahora una derrota de Ruud para mantener sus opciones, que pasan por un triple empate a victorias/derrotas y sets, algo que provocaría que la clasificación se dirimiera con el porcentaje de juegos ganados.

La primera victoria del pupilo de Toni Nadal en partidos ATP sobre el manacorí no ha podido ser en mejor escenario, en el torneo que reúne a las ocho mejores tenistas del circuito.