Alvaro Arenillas4 min lectura¡Qué partidazo! Si ver a Jannik Sinner pasar por encima de Novak Djokovic nos había dejado algo descuadrados, el choque entre Daniil Medvedev y Alexander Zverev del Open de Australia directamente nos ha impedido pestañear. En una cruenta batalla que ha superado las cuatro horas de duración, el ruso ha sufrido como nunca para lograr el gran premio, y es que ha tenido que remontar dos sets, ganar los dos siguientes en el tie-break y resolver prácticamente extenuado para citarse con Sinner en la final de Melbourne, la cual tendrá lugar este domingo 28 de enero en la mítica Rod Laver Arena.
En un partido vibrante y en el que ninguno de los dos parecía dispuesto a dar su brazo a torcer, Medvedev acabó celebrando tras cinco mangas que se resolvieron por 5-7, 3-6, 7-6, 7-6 y 6-3. Con este triunfo, el nacido en Moscú se convirtió en el decimotercer jugador de la Era Open y el cuarto tenista en activo que alcanzar por tercera vez la final a orillas del río Yarra. Además, parece haberse especializado en remontar dos parciales en contra en Australia, ya que de las cuatro veces que lo ha hecho en su carrera, hasta tres han sido en Melbourne Park. En 2022 lo consiguió ante el canadiense Felix Auger-Aliassime (cuartos de final) y en la presente edición ante el finlandés Emil Ruusuvuori (segunda ronda).
"En el primer set no jugamos bien ninguno de los dos y en el segundo mejoré, pero él estuvo muy bien. En el tercero sólo quería darlo todo y estar orgulloso de mí, y acabé encontrando la forma para remontar", dijo un risueño Medvedev, que mandó a callar tras la finalización del choque a cierto grupo de espectadores que le abucheó durante diferentes tramos del encuentro. En cualquier caso, está feliz, ya que con esta serán ya seis las finales de Grand Slam para Medvedev, quien logró su único major en 2021 contra Novak Djokovic en el US Open.
En cuanto al desarrollo del encuentro, Zverev empezó mejor; eso sí, no pudo evitar que el primer set se convirtiera en una auténtica montaña rusa con hasta cinco roturas de servicio. Dentro de ese toma y daca constante, fue capaz de llevarse el primer set y hacer lo propio en el segundo. Todo parecía rodar bien para el alemán, pero el parón entre mangas –Medvedev se fue al vestuario y tardó seis minutos en cambiarse de ropa–, hizo cambiar de mentalidad al ruso, que se llevó las dos siguientes en el tie-break.
Zverev, quien mantuvo en todo momento la sangre fría en el choque de cuartos de final ante Carlos Alcaraz, fue dando paso a una cara de enfado y frustración en el parcial definitivo. Medvedev le había ganado la batalla moral y la tenística cayó a consecuencia con un 6-4 en el último set. El ruso se enfrentará este domingo en la gran final al joven Sinner, verdugo del serbio Novak Djokovic, con quien mantiene un cara a cara favorable (6-3), a pesar de que cayó en los últimos tres enfrentamientos.