Ya está aquí el US Open, que arranca este lunes en Nueva York y va a poner fin al calendario de Grand Slams este 2024, y allí se van a medir las mejores raquetas del mundo, con especial atención a Alcaraz, Sinner y Djokovic. Pero tenis más allá de los grandes capos, por eso hay que mirar un poco hacia el lado, más concretamente hasta Carolina del Norte, donde se ha disputado el torneo de Winston-Salem, el mismo en el que el viernes Pablo Carreño sufrió una lesión que ha puesto en peligro su participación en Flushing Meadows. Pero en la final se ha desatado la polémica.
El italiano Lorenzo Sonego, actual número 58 del mundo, arrolló este sábado al estadounidense Alex Michelsen, que está en el puesto 52 y fue el que superó al asturiano, para proclamarse campeón de este ATP 250. El transalpino se impuso al 'local' por 6-0 y 6-3 en una hora y cuatro minutos, para asegurar el que es el cuarto título en su carrera. Sin embargo, la imagen del partido la dejó Michelsen, y lo hizo para mal. Y es que en un momento dado y totalmente frustrado por la rabia y la falta de acierto, después de fallar una volea cómoda, lanzó una pelota a la grada que terminó impactando en un fan, que eso sí, no tuvo apenas consecuencias más allá del golpe, pero la jueza de silla, tras consultarlo, decidió no descalificarle.
Esto es un agravio comparativo, ya que es un gesto sumamente feo y peligroso, que además se parece mucho al que vivió Novak Djokovic en el US Open 2020, cuando pegó un pelotazo similar y acabó dando en una juez de línea. En ese momento el balcánico fue pertinazmente descalificado, y esta vez debía haber sucedido con Michelsen lo mismo, pero la jueza de silla decidió lo contrario. Además, se da la circunstancia de que la persona que estaba dirigiendo tanto aquel Djokovic -Carreño como este Sonego - Michelsen, era exactamente la misma, la francesa Aurélie Tourte.
Esta es solo una muestra más de la diferencia de procedimientos en el tenis profesional, ya sea a nivel competitivo, a nivel de arbitraje, o de cualquiera. Ya se ha visto en el tema del dopaje con Sinner, y en este caso, fue al contrario, pues se benefició al 'rico', dejando al menos conocido peor; pero aquí ha sido peor, ya que no es normal que la misma acción conlleve una descalificación -merecida, eso sí-, y tan solo unos años después, la misma persona no la vea como para tanto.