Ha sido la imagen de la desolación junto a la catalana Paula Badosa. Y, curiosamente, es la mejor amiga en el circuito de la española junto a la bielorrusa Aryna Sabalenka. La tunecina Ons Jabeur ha vivido un 2024 para olvidar. Una temporada en la que partía entre las seis mejores tenistas del mundo y con la vitola de haber sido finalista de Grand Slam el año anterior y que, por ahora, lo deja fuera del Top-20 y con posibilidades de caer aún más en los casi dos meses que aún quedan de competición.
La finalista de Wimbledon 2023, harta de luchar por salir de los continuos problemas que atraviesa, ha decidido parar de forma definitiva y ha dado la temporada por finalizada. Se centrará en tratar de recuperarse para el arranque de año y, a ser posible, para poder recuperar el nivel que este año ha ofrecido con cuentagotas.
"Este año ha sido extremadamente duro para mí y, como atletas, sabemos que las recuperaciones son parte del viaje. Debido a mi persistente lesión en el hombro, mi equipo médico y yo hemos tomado la difícil decisión de dar por terminada la temporada. Mientras me tomo un tiempo para recuperarme, me dedicaré a realizar obras de caridad y a asegurarme de que hagamos una verdadera diferencia en el mundo. ¡Gracias a todos por su apoyo y no veo la hora de volver más fuerte! Nos vemos de nuevo en el Abierto de Australia 2025", publica la jugadora norteafricana en sus perfiles de redes sociales.
Jabeur ya fue la sorpresa negativa en el arranque de temporada y la primera Top-10 eliminada en el Open de Australia. Alternó malos resultados con retiradas por lesión. Duras fueron las imágenes que dejó en 2024. Sobre todo sus lágrimas ante Beatriz Haddad-Maia, en los cuartos de final del WTA 500 de Abu Dhabi. "Seguimos arrastrando lo de la rodilla. Algunos torneos son buenos, otros son malos. Lo he estado sintiendo durante la semana pasada pero hoy fue el peor día. Normalmente durante los entrenamientos trato de controlarlo, pero durante los partidos es un poco más difícil. Estoy un poco triste porque estaba empezando a sentir mi juego y a sentirme bien, y estas lesiones no ayudan", reconocía.
Durante la temporada de tierra mejoró, con los cuartos de final en Madrid y Roland Garros, y siguió ganando partidos, pese a que los problemas se habían 'trasladado' ahora al hombro. En Berlín, se retiró en cuartos ante Coco Gauff; en Wimbledom cayó en tercera ronda frente a Svitolina... Y, después, de eso, un partido en Washington y otro en Toronto. Y adiós.
Con su retirada quiere cerrar una etapa muy dolorosa para ella y centrarse en recuperarse físicamente. Su juego, como le ha pasado a Badosa o Muchova, que han pasado un calvario similar en el último año y medio, ya llegará después.