"La próxima vez a ver si podéis ponernos en horario diferente", avisaba Paula Badosa este pasado miércoles a la organización del torneo de Cincinnati después de ver cómo le colocaban a la misma hora y al lado el partido de su pareja Stefanos Tsitsipas.
El motivo no había sido otro que la tenista, por la fuerte megafonía de las pistas, estaba oyendo durante su partido cómo iba el marcador del duelo de Tsitsipas y, por momentos, se desconcentraba siguiendo el resultado del griego. "Hubo unos momentos en que me dije mierda, ha perdido el primer set (...) No es fácil, nada fácil. No es fácil jugar en el Grandstand y escuchar todo el tiempo su resultado", indicaba la tenista catalana sobre lo que había vivido en su debut en Cincinnati.
La organización no le hizo mucho caso porque situó a Tsitsipas en el mismo tercer turno que a ella en su segundo encuentro, por lo que coincidieron gran parte de sus respectivos partidos ante Draper y Kalinskaya, respectivamente. Y sólo les separaba la Fan Zone.
Eso no pareció afectar a Paula Badosa, que dio buena cuenta de una de las cabezas de serie como la rusa Anna Kalinskaya y demostró que, ahora mismo, es una de las tenistas más en forma del circuito, y que se acerca a la jugadora que llegó a ser la número 2 del mundo. Una mejoría que ahora tendrá que ratificar ante la kazaja Yuliya Putintseva en octavos de final del WTA 1000 de Cincinnati.
Las malas noticias llegaron después, aunque en cierto modo fueron un alivio para ella. Stefanos Tsitsipas mantenía su mala racha y caía eliminado en su segundo partido en el torneo de Cincinnati. El británico Jack Draper remontaba y le derrotaba por 3-6, 6-4 y 7-5 en 2 horas y 20 minutos. El griego llegará al US Open con apenas tres partidos de bagaje en los dos Masters 1.000 norteamericanos. No es la mejor preparación para el último grande de la temporada.
Pero, al menos, da vía libre a Paula Badosa, que no tendrá que estar pendiente de lo que ocurra en otras pistas. Al contrario, tendrá a su pareja apoyándole en sus partidos, empezando por el de hoy viernes.
Badosa fue, precisamente, una de las protagonistas en la rueda de prensa del griego, ya que reconoció que no había hablado con ella del proceso de separación de su entrenador y padre, que está llevando a cabo. “Siempre he hablado muy bien de ella porque ha estado ahí en mis momentos más difíciles y siempre ha sido compasiva. Siempre ha sido un hombro en el que apoyarme cuando han pasado momentos como este. Fue una decisión completamente mía, ella no me influyó. Fue difícil de tomar y, en realidad, no le pedí consejo a ella, lo que supongo que habría sido algo normal cuando estás en una relación. Sentí que era algo que tal vez tenía que pensar por mi cuenta y procesarlo en mi propia mente y en mis propios términos”, afirma el griego.