Stefanos Tsitsipas va a tener un fin de temporada ajetreado. No ha sido la mejor para él. Salvo el breve lapsus que le llevó a las finales de Montecarlo y Barcelona, casi el resto del año sólo ha vivido decepciones. Muchas eliminaciones prematuras, derrotas ante todos los primeros del ránking y, por primera vez en años, salida del Top-10, lo que le ha hecho tener que enfrentarse en rondas relativamente tempranas con algunos de los favoritos. Es el caso del Masters 1.000 de Shanghai, donde se ha tenido que cruzar con Medvedev en octavos de final.
Tal vez por ello y porque este año tiene muy pocas opciones de jugar las ATP Finals lo jugará todo. La próxima semana lo hará en el ATP250 de Amberes (Bélgica) y, la siguiente, en el ATP500 de Basilea (Suiza). Es el previo paso a despedir la temporada, salvo sorpresa, en el Master 1.000 de París Bercy.
El tenista griego, que es undécimo del ránking ATP y duodécimo de la Race, sí tendría más opciones de ser suplente en las ATP Finals, ya que el noveno puesto está a apenas 500 puntos, pero para ello tendría que lograr un gran resultado en alguno de los dos últimos torneos indicados.
En principio, va día a día, pero ya piensa en el futuro. En un 2025 que será diferente para él, pues será el primero en el que no empiece compartiendo entrenamientos con su padre. Desde que se separaron en el Master 1.000 de Montreal ha estado acompañado por el capitán de Copa Davis griego, Dimitris Chatzinikolaou, y ahora ha confirmado que, pese a que no ha mejorado sus resultados, se siente cómodo con él y seguirá siendo su entrenador el próximo año.
Aunque en algunos momentos, como ha ocurrido en esta gira, también le apoya su madre y su hermano, con el que ha jugado el cuadro de dobles. “Suelen seguirme más cuando estoy en Europa o los Estados Unidos. Mi madre me crio con el tenis. Ella es la razón por la que juego al tenis y sé que disfruta mucho viéndome y apoyándome en los torneos. Aprecio que esté aquí. Además, tiene un gran conocimiento de este deporte. No se involucra demasiado, no tanto como lo hacía mi padre en el pasado, pero tiene buen ojo para ciertas cosas. No paso tanto tiempo con ella cuando estoy de gira, así que esta es nuestra forma de reconectarnos y mantener el contacto, asegurarnos que seguimos teniendo el tenis como elemento común”, afirmaba Tsitsipas antes de enfrentarse a Medvedev en Shanghai.
El tenista griego no se plantea nada en este último mes de competición y no quiere saber nada del ránking, sólo poder jugar al tenis con normalidad. “Lo único que pido es terminar sano. No quiero más lesiones impredecibles. Las he tenido antes. Mi pasada temporada terminó de una forma muy negativa, casi traumática por las lesiones. Algunas fueron muy malas y me llevó mucho tiempo rehabilitarme", señalaba Tsitsipas, que no pudo descansar como hubiera querido y tal vez eso le haya pasado factura este año.
"Ni siquiera pude tomarme tiempo libre porque estuve la mayor parte del tiempo yendo a los médicos para arreglar mi cuerpo. Así que lo único que espero es estar libre de lesiones lo que queda de temporada", añadía. Aunque, tampoco haría ascos a hacer "un buen resultado en un Masters 1000". "No sé si eso significa ganar o hacer final, pero quiero algo realmente grande que me haga volver a sentirme fuerte”, concluye el griego.