El US Open ha empezado con sorpresas, y es que ya ha visto las caídas de nombres jóvenes y llamados a conseguir grandes resultados, como Holger Rune o Felix Auger-Aliassime, pero ninguna de esas es comparable a la que ha sucedido en la pista Grandstand en la mañana neoyorquina, y es que uno de los hombres llamados a ser muy importantes, que eso sí, no pasa por su mejor momento, ha caído. Hablamos del griego Stefanos Tsitsipas, que ahora mismo está fuera del top ten de la ATP, pero eso no quita que por su pasado haya que tenerlo siempre en cuenta. Pero si que es es verdad que no termina de ser Flushing Meadows un lugar en el que encuentre su tenis.
El griego, número 11 del mundo, se estrelló en esta primera ronda con el australiano de origen heleno Thanasi Kokkinakis, que ocupa el puesto 86 y se impuso por 7-6, 4-6, 6-3 y 7-5 en tres horas y 54 minutos. El 'aussie' es un hombre que a cinco sets se crece y es capaz de competir como muy pocos, con un nivel superior al que se esperaría por su ranking, y esta vez ha dado muestras de ello. Ha pasado por encima del ateniense, que pese a estar cerca en casi cada set y llevarse el tercero, ha acabado pagando su inconsistencia.
El griego culmina con este fracaso una pobre gira por pista dura en Norteamérica, en la que no superó la segunda ronda en el Masters 1.000 de Montreal ni en el de Cincinnati. Ahora tendrá un poco de tiempo para pensar antes del tramo final de la campaña con la gira asiática y el final de año, pero lo que parece muy claro es que esta vez no va a ser de la partida en las ATP Finals, donde derrotas como estas hacen casi imposible su presencia.
Además, Tsitsipas rompió recientemente con su padre Apostolos, que dejó de ser su entrenador. "Con gran pesar les informo que mi colaboración con mi padre como entrenador ha llegado a su fin. Prefiero mantener a mi padre en su papel de padre, y sólo de padre". Pero no ha surtido efecto y las cosas le han ido igual de mal. Y es que esta temprana salida del 'grande' neoyorquino se une a sus decepciones en Flushing Meadows en 2023, cuando se despidió en segunda ronda; y en 2022, cuando también hizo las maletas tras su primer encuentro. Aunque eso sí, esta edición le queda otra bala, pues está inscrito en la competición de dobles mixtos con su pareja sentimental, Paula Badosa.