El carácter que tienen los grandes deportistas no todo el mundo es capaz de soportarlo. Hay quienes lo llevan de la mejor forma posible y otros que directamente terminan rompiendo su vinculación contractual con ellos y afrontando nuevos retos.
Y en pleno US Open, el que fuese preparador físico de Novak Djokovic desde 2017 a 2024, Marco Panichi, ha concedido una entrevista en Tennis Majors en la que ha desvelado muchos detalles sobre su historia con el serbio.
El italiano, que actualmente se encuentra trabajando con Jerry Shang, se muestra orgulloso de haber trabajado seis temporadas con el balcánico y de haberle convertido en el mejor tenista de todos los tiempos: "Fue una experiencia increíble, un viaje increíble. Aprendí mucho durante esos días, cómo ser más profesionales y centrarnos en lo que teníamos que hacer. Aprendí a estar listo para organizar los planes A, B y C si es necesario, con los grandes atletas siempre hay muchas cosas sucediendo, ocurren muchas cosas detrás de cada escena, por lo que siempre tienes que estar listo para cambiar los planes en el último minuto. Eso sí, lo mejor que me llevo es la relación que me llevo con una gran persona”.
A sus 59 años, afirma que supo adaptarse en cada momento a 'Nole': “Cada jugador es diferente, cada atleta tiene sus necesidades y diferentes estilos de juego, lo bueno de este caso es que siempre pude implementar la disciplina y el enfoque que Novak necesitaba en cada momento. Les contaré a los futuros jugadores sobre cómo Novak hace las cosas, estoy seguro de que esto les será de gran ayuda, sobre todo a los jugadores jóvenes”.
Eso sí, también ha subrayado lo malo de trabajar con deportistas de su talla: “Con un jugador de su nivel siempre hay mucho estrés, tienes que lidiar no solamente con el jugador, sino con toda la organización. Un jugador como Novak es como una industria, es la mayor fuente de estrés. Además, un jugador de élite como él siempre te empuja a hacer más, más y más, pero forma parte del juego. Siempre intenté crear un vínculo con el jugador, entendiendo los canales de comunicación que necesita esa persona respecto a otras. Nuestro trabajo no es solo correr, saltar y todo eso, también te tienes que ganar su confianza, algo esencial para la relación”.
En este sentido, Panichi no duda a la hora de hacer un balance positivo de su etapa con Djokovic: “Me quedo con los bloques de entrenamiento, esas semanas de entrenamiento fueron hermosas, compartimos muchas cosas en la cancha, pero también fuera de ella. Tuvimos muchos momentos memorables, aunque también hubo otros donde la presión sube y Novak se convierte en una olla a presión, donde el agua empieza a salir y es necesario levantar la tapa. No todo fueron corazones y flores, por supuesto, pero fue un privilegio trabajar con él”.