Para jugar ante Carlos Alcaraz hay que estar al 100%, porque si de por sí estándolo es una tortura, si no se está a tope es algo prácticamente imposible, y el ejemplo perfecto de ello ha sido Jack Draper. El británico llegaba a los octavos de final del Open de Australia tras más de 12 horas en pista y quince sets jugados, y toda esa carga le ha pasado factura contra el murciano, que le ha pasado por encima, aunque mucha culpa la ha tenido el físico del de Sutton, que mientras ha aguantado ha dado partido, pero ya en el segundo set ha sido incapaz y ha terminado por retirarse cuando el marcado lucía un 7-5 y 6-1.
La sensaciones de Carlos en este torneo estaban siendo buenas, aunque todos los cambios que ha hecho en su juego están asentándose poco a poco y el no haber tenido rivales de nivel complica el juzgar el estado real del murciano. Pero ante Draper iba a ser la prueba de juego para testear ese nuevo saque y los cinco gramos de peso en su raqueta, que le permiten darle aún más fuerza la bola. Una muestra es que de inicio optó por comenzar sirviendo, a diferencia de lo que suele hacer, y le funcionó.
De hecho el primer set fue una buena prueba de nivel, en el que quedó claro que hay trabajo por delante, sobre todo con la derecha con la que no termina de estar cómodo. Muchos errores no forzados, hasta un total de 21, exactamente los mismo que golpes ganadores. Aunque quizá el gran debe fueron las dobles faltas, cometiendo hasta cinco por solo dos 'aces'. Aún así pudo mantener el saque y ponerse con 5 a 2, pero no aprovechó la rotura y acabó cediendo su saque cuando trataba de cerrar el set. Al final un 5 iguales que complicaba todo, pero que le obligó a subir una marcha y cerrar el parcial por 7 a 5.
El desgaste parecía pasar factura a Draper, al que cada vez le costaba más llegar a las bolas, de hecho, nada más terminar la manga pidió un tiempo médico y se retiró al vestuario. A su vuelta nada fue lo mismo, pues en el segundo set no pudo competir. Solo ganó un juego y tras aguantar de pie de milagro no quiso alargar la agonía y se retiró. Un final abrupto para un gran torneo al que ya llegaba tocado y sin pretemporada. Para Carlos esto supone la clasificación a los cuartos de final, su techo en Melbourne y donde espera rival, que saldrá del Djokovic - Lehecka.