El Mutua Madrid Open está teniendo un excelso nivel de tenis, en el que a falta de tres rondas por disputarse y con solo ocho tenistas en liza tiene, además de los grandes cabezas de serie como Alcaraz, Sinner o Medvedev, alguna sorpresa llamativa, algo que es muy común en la Caja Mágica, donde la altitud favorece que tenistas que normalmente no destacarían en arcilla, aprovechen las condiciones para lograr triunfos inesperados y llegar muy lejos en todo un Master 1000. Este es el caso de Fran Cerundolo, cabeza de serie número 18, o Jiri Lehecka, el verdugo de Rafa Nadal, favorito número 30. Pero más allá de ellos, hay un nombre que resuena aún más alto, y es el de Felix Auger-Aliassime. El canadiense, que lleva más de un año y medio bochornoso, se ha reencontrado con su tenis en Madrid.
Quien llegara a ser el número 6 del mundo, cayó muchísimos puestos por culpa de un año muy malo, en el que no se parecía en nada al Felix de ese final de 2022 en el que era un perenne favorito cada semana, sobre todo en pista rápida. Aunque es muy joven -solo 23 años-, ya había quién le daba por descartado para las grandes instancias del circuito, pero para eso apostó por una leyenda del tenis español, no como jugador, si no como entrenador, Toni Nadal, el arquitecto de la carrera de leyenda de su sobrino Rafa, para que colaborara con su equipo y le ayudara a salir del pozo.
Al principio esa colaboración no surgió efecto, sin embargo en los últimos meses parece que algo se ha conectado, y quién sabe si ha tenido que ver la mano del balear en que el de Montreal esté jugando su mejor tenis sobre tierra batida. Es cierto que las condiciones de Madrid ayudan, pero viene de más atrás, ya que la semana pasada en Munich llegó a cuartos de final, donde apuró mucho a Jan-Lennard Struff, que casi le da un susto a Alcaraz en la Manolo Santana.
Pero en la capital española todo le sale. Primero sufrió ante Nishioka en tres sets, pero a partir de ahí arrasó a Mannarino y a Mensik, para plantarse en octavos de final, donde se veía con uno de los grandes del circuito sobre esta superficie y que mejor está jugando en está gira, el noruego Casper Ruud. Y la pista Arantxa Sánchez Vicario vio una resurrección, porque Aliassime se sacó de la manga un auténtico recital para batir en dos sets al quinto favorito (6-4 y 7-5) y ahora se cruzará con un tocado Jannik Sinner.
No está claro que la mano de Nadal se haya notado, pero si que es muy probable que alguno de sus consejos haya calado fuerte en el joven, que haga lo que haga contra el número 2 del mundo, va a salir muy reforzado de aquí, y quién sabe si va a ser capaz de recuperar su mejor nivel y volver al 'top ten', una vez que se llegue a pistas a priori más favorables para él. Talento para hacerlo tiene de sobra.