Jannik Sinner es el tenista del momento, le da igual que la pista sea más o menos rápida, que sea tierra batida o donde lo pongan a jugar, él solo sabe machacar rivales. Pese a que dijo antes del Master 1000 de Montecarlo que su objetivo era llegar a Roland Garros en la mejor forma posible, pero sabía que no estaba en su zona de confort, ha saltado a la central del Montecarlo Country Club y se le ha olvidado. Y eso que enfrente tenía a Sebastian Korda, quién ayer dio un auténtico repaso a Alejandro Davidovich e hizo soñar con que al menos habría partido, pero ni con esas.
Desde el primer punto ya se ha visto que el de San Candido ha venido aquí a hacerse grande también en arcilla. En el juego inicial ha conseguido un break en la primera que ha tenido, a base de restos potentes y colocados, que han pillado desprevenido a un Korda que no se esperaba tan pronto el aluvión. Pero en el segundo juego ha despertado, y ha gozado de hasta tres bolas para empatar, pero ahí ha sacado sus servicios el número 2 del mundo para consolidar la rotura. Tras el sufrimiento se ha relajado con restando y ha sacado su primer juego Korda, pero ha sido un espejismo, porque a partir de ahí ha sido un monólogo que ha acabado en 6 a 1.
La segunda manga ha tenido algo más de historia, pese a que el primer saque de Jannik ha sido en blanco, luego su rival ha sabido mantener el suyo, aún salvando cinco bolas de rotura, pero le ha durado poco, porque cuando se ha dado cuenta, Sinner ha vuelto a sacar la artillería para irse hasta el 4 a 1, donde ha vuelto a relajarse, lo que ha permitido a su rival mantener otro saque. De nuevo un simple lapsus, porque a partir de ahí el campeón del Open de Australia ha dicho que ya había tenido suficiente y ha terminando cerrando el partido con un 6 a 2 en 75 minutos.
Tras esta exhibición en la que le ha salido todo, a Sinner le tocará ahora verse las caras con el alemán Jan-Lennard Struff, el último finalista del Mutua Madrid Open, quien no ha dado ninguna opción al croata Borna Coric. El saque y la derecha del alemán pueden poner en aprietos al pelirrojo, pero todo hace indicar que si está medianamente cerca de lo que ha hecho hoy, no va a tener ningún problema para estar en cuartos.