El 'sucesor' de Rafa Nadal se acerca a Roland Garros

Dominic Thiem ha arrancado con victoria su paso por la fase de previa de Roland Garros tras batir en tres sets al italiano Franco Agamenone y sigue soñando con estar en el cuadro del 'grande' francés, donde tan buenos momentos de tenis ha dejado

El 'sucesor' de Rafa Nadal se acerca a Roland Garros
Dominic Thiem en su debut en la previa de Roland Garros - Cordon Press
Francisco SalasFrancisco Salas 3 min lectura

Dos finales, dos semifinales y unos cuartos de final, ese es el bagaje de Dominic Thiem en Roland Garros, donde se hablaba que podía ser el sustituto de Rafa Nadal. Pero de eso hace ya mucho, en concreto cuatro años desde que llegara a la antepenúltima ronda en 2020, y ahora, el austriaco está a las puertas de retirarse -en octubre en Viena- y quiere jugar su último cuadro final de Roland Garros, pero deberá ganárselo en la previa, ya que la organización no ha tenido a bien darle una invitación. Parece una tarea difícil tras varios años en los que no levanta cabeza, y una lesión en la muñeca de la que no ha terminado nunca de recuperarse, lo que le pone en una posición sumamente complicada ante unos clasificatorios tan sumamente duros como los del segundo 'Grand Slam del año.

Así se plantaba este lunes el ganador del US Open de 2020 en una Suzanne Lenglen hasta la bandera para la primera ronda de una fase previa en la que es el cabeza de serie número 11 y donde deberá de ganar tres duelos para estar en el sorteo del próximo jueves. Su rival en este debut era el italiano Franco Agamenone, 228 del mundo y que no se lo iba a poner nada fácil. Pese a que 'Domi' ocupa el 131 del mundo, ha llegado a ser el tercero y tiene el cariño de mucha gente, más en París donde ha dado alguno de los mejores momentos de su vida tenística. Por eso dolió verle empezar, ya que muy pronto iba break abajo y su rival acabó llevándose la primera manga por 6 a 3.

Con esa desventaja y con un juego muy malo, plagado de errores garrafales y poca consistencia se entró al segundo. Pero aupado por el público que abarrotaba la segunda pista del bosque de Bolonia encontró su tenis el de Wiener Neustadt. Poco a poco empezó a ganar saques y en el sexto juego, una maratón de casi diez minutos, consiguió la rotura que pudo mantener para devolverle el marcador a su rival.

En la tercera fue otra historia, ya que como si de un ave fénix se tratara comenzó a golpear mucho mejor y conseguir dominar los puntos, hasta se le veía ágil y rápido. Derechas ganadoras, subidas a la red, aces y un arsenal de recursos que hizo levantarse al respetable. Tal fue su desempeño que consiguió un 6 a 2 que le asegura su presencia en la siguiente fase, donde se medirá al finlandés Otto Virtanen.