Francisco Salas4 min lecturaSara Sorribes estaba encontrando su tenis en el Mutua Madrid Open, jugando a gran nivel y haciendo de su estilo fiable y seguro una garantía, de hecho, se había plantado en la cuarta ronda tras ganar a Bernarda Pera con facilidad, pero demostrando que estaba para grandes cosas ante dos cabezas de serie como Elina Svitolina y Victoria Azarenka. Pero los dos maratones que vivió ante la ucraniana y la bielorrusa le han pesado en los octavos de final, donde además la rival que tenía no era otra que la número 1 del mundo, Iga Swiatek, que no ha tenido piedad, y en una pista que le encanta y en la que fue finalista en 2023, ha pasado por encima de la castellonense.
Swiatek, se llevó el triunfo por un contundente 6-1 y 6-0 en una hora y ocho minutos, lo que le asegura el pase a cuartos de final. Pero pese al resultado, la número uno del tenis español se ganó una recompensa sentimental, el reconocimiento de la Caja Mágica a su espíritu de lucha incluso ante la rival más difícil. De hecho la pista Manolo Santana presentó una imagen excelente en este segundo turno de un lunes 29 de abril que espera a Rafa Nadal.
Swiatek solo había perdido siete juegos en lo que iba de torneo y ante Sorribes se dejó únicamente otro, precisamente el primero del partido, antes de lanzarse como un cohete hacia los cuartos de final. Doce juegos del tirón sin inmutarse, ya que tras esa rotura inicial de Sorribes, las muestras de debilidad de Swiatek se redujeron a cero. La indiscutible líder mundial manejó a su antojo la derecha y de principio a fin se mostró invulnerable.
Correr a todas las bolas, no irse del partido y salvar tres puntos de set fueron los méritos de la española, muy grandes dado el nivel mostrado por su rival.Sorribes trató de endurecer el partido al mismo nivel de en las rondas previas, pero Swiatek no se permitió ninguna relajación ante la española, a la que ya había ganado tres veces, y cerró el partido con una autoridad aplastante, en un segundo set en el que no se dejó más de cinco puntos.
La jugadora polaca tiene en Madrid su única asignatura pendiente sobre la tierra, su superficie favorita. El año pasado perdió la final ante la bielorrusa Aryna Sabalenka, pero Swiatek se ha mostrado en esta edición mucho más sólida que la número dos del mundo, que en tercera ronda sufrió de lo lindo ante una 'wild card' como Robin Montgomery. Pero Iga está más pendiente de su cuadro que el de la número 2, y ahora se centrará en su siguiente rival, que será la brasileña Beatriz Haddad Maia, que ha dado la sorpresa al vencer a la quinta cabeza de serie, Maria Sakkari.