Para lograr tus sueños a veces hay que plantarle cara a los portazos que te da el destino. Y eso es precisamente lo que ha hecho Martín Landaluce, la nueva perla del tenis español.
El joven tenista madrileño de 18 años se ha quedado a las puertas de las ATP #NextGen Finals de Jeddah, pero ha decidido viajar junto a su equipo y ocupar un lugar como reserva con el único objetivo de arrancar la pretemporada en un sitio paradisíaco como Dubái y poder compartir pistas con las grandes espadas del momento.
Y tras entrenarse con Grigor Dimitrov, su siguiente sesión ha sido, nada más y nada menos, con el actual número uno del mundo, Jannik Sinner. Y, por supuesto, no ha dudado en hacerse una fotografía con el italiano y subirla a su cuenta de Instagram para presumir de dicho momento.
Sinner, por su parte, acaba de terminar sus vacaciones precisamente en Dubái, donde ha disfrutado, entre otras cosas, del pasado Gran Premio de Fórmula 1 que se disputó el pasado fin de semana en Abu Dhabi. De hecho, al transalpino se le pudo ver dialogando con Max Verstappen, entre otros pilotos, e inclusó ondeó la bandera a cuadros en la última carrera de la temporada de F1. Y es que, según la entrevista publicada en el Corriere della Sera, Jannik es un apasionado del mundo del motor: "Ya de niño seguía la Fórmula 1, pero nunca había asistido a una carrera en directo. El primer recuerdo es de Schumacher. Cuando tuvo el accidente esquiando fue un golpe para mí. Ese episodio me hizo darme cuenta de que la vida puede cambiar en un segundo. Nunca hay que dar nada por sentado, hay que vivir el día a día, disfrutarlo con un objetivo".
Por aquel entonces tenía sólo 12 años. Ahora tiene 23 y quiere seguir saboreando las mieles recogidas en este 2024. Para ello, deberá revalidar el título en el Open de Australia, una empresa nada sencilla: "Hicimos algunas pruebas para entender qué tipo de preparación hacer, qué estrategias utilizar. Hay muchos sacrificios detrás, solo tengo 23 años y solo he hecho esta temporada en lo más alto. El objetivo no es solo ganar durante tres años, sino seguir en activo cuando tenga 30. Esta temporada ha sido increíble, pero todo puede cambiar".
Por último, el tenista italiano ha confesado que tiene una espina clavada de este año: "Si miro atrás, Wimbledon es el torneo del que más me arrepiento (cayó en cuartos de final). Había jugado muy bien hasta el partido con Medvedev. Así fue, nuestro deporte es imprevisible. El año que viene ya veremos, nadie conoce el futuro".