En la última serie de la fase de grupos de la Copa Davis en Valencia, la que está enfrentando a Australia y España, debía haber saltado a la pista en el segundo turno, el de los números 1 de cada país, Carlos Alcaraz, quien fue el encargado de hacerlo, con victorias, ante Francia y República Checa, pero sin nada en juego y con mucha carga de partidos reciente, el capitán español, David Ferrer, ha optado por darle descanso al murciano y ha sido Pedro Martínez quien se ha vestido de corto. Pero el valenciano se ha encontrado un problema, el de tener enfrente a Alexei Popyrin, uno de los jugadores más en forma de la ATP.
Y el jugador australiano, mucho más rodado después de dos partidos esta semana en una pista que le viene como anillo al dedo, superó al español por 6-4 y 6-4, tras 1 hora y 29 minutos de juego, por lo que se iguala la serie tras el victorión de Pablo Carreño ante Jordan Thompson. Y es que afrontaba el jugador valenciano un partido especial, ya que por primera vez iba a jugar un partido de individuales de Copa Davis, donde solo había saltado a la pista para el dobles, y además lo hacia en casa y ante su público y con la oportunidad de garantizar a España el primer puesto del grupo.
Y Martínez saltó decidido a la pista, al igual que su rival, pues ambos tenistas se apuntaron con solvencia sus dos primeros servicios. Pero titubeó el español en el quinto juego, en el que le pudo la presión del escenario y el campeón de Montreal no desaprovechó la primera bola de rotura de la que dispuso para tomar la delantera en el tanteador, una ventaja que sería definitiva para la suerte del primer set, ya que el australiano se mostró intratable al servicio y no dio ni una sola opción al español al llevárselo con su saque y poner el 6-4.
Y en el segundo presionó de salida el valenciano que, tras apuntarse el servicio en el primer juego, dispuso de sus primeras bolas de quiebre de todo el partido en el segundo, pero hasta tres oportunidades consecutivas dejó escapar para haber cobrado ventaja en la segunda manga, y lo acabó pagando, aunque el partido continuó con igualdad, pero Popyrin, muy sólido todo el partido, esperó su oportunidad y la aprovechó en el séptimo juego ante el batallador tenista español. El australiano tenía el partido en su mano y no lo desaprovechó, dejando todo para el dobles.