El tenis español está feliz por Carlos Alcaraz, pero triste por Rafa Nadal. El joven murciano no deja de romper récords, pese a su derrota en el US Open. Por su parte, el veterano hizo que el tenis español se ensombreciera por su ausencia, una que se debe en parte a las lesiones. En junio se conoció que el tenista estaba siendo intervenido del psoas, una pequeña intervención quirúrgica para revisar una lesión que lo mantiene alejado desde el pasado 18 de enero de 2023 de la competición, donde cayó en el Open de Australia. El tiempo de recuperación entonces estimaba que el tenista se perdería toda la temporada y que regresaría para 2024, año en el que él mismo anunció que colgaría la raqueta. 37 años tiene Rafa Nadal y 36 suma Novak Djokovic. Son prácticamente de la misma quinta pero la situación de ambos son como una cara y otra de la misma moneda.
Novak Djokovic tiene 36, pero está hecho un chaval y, lo mejor de todo, es que parece que todavía tiene gasolina para rato. Su ambición no se quema, pese a que ha batido todos los récords posibles. Su propio entrenador hacía referencia a esto en Nueva York: "Está hambriento todavía, quiere batir más récords", dijo Goran Ivanisevic. "Djokovic está planeando disputar los Juegos Olímpicos de 2028 en Los Ángeles. Él piensa 24/7 en ganar, en conseguir objetivos, su cabeza funciona así". A Daniil Medvedev no le dio opciones en los tres sets disputados.
El serbio Nolé ya suma 24 Grand Slam (dos más que Rafa Nadal) y se erige como el más grande de la historia si se atiende los números. Aunque buena parte de los aficionados son muy críticos y escépticos con Djokovic y se decantan con nostalgia por Federer o Rafa.
Hay algo que diferencia a estas tres leyendas del tenis y que hace que Novak Djokovic se desenvuelva por la pista como si tuviera la veintena: el físico. ¿Alguien recuerda una lesión realmente grave del tenista serbio? Los problemas físicos no han sido malos con él y es, en parte, porque sabe bien cómo cuidarse. Y ahora que ya se ve los 40 más cerca que los treinta, es mucho más meticuloso con todo lo que tiene que ver con su cuidado físico. Aunque lleva mucho tiempo así, también ha sabido decir 'no' a alguna competición, con vistas a no forzarse en exceso y terminar sufriendo mayores lesiones.
"Como un joven de 36 años que compite con jóvenes de 20 años, probablemente tengo que hacer más de lo que nunca he hecho para mantener mi cuerpo en forma, para poder recuperarme y poder rendir al más alto nivel de manera consistente", relató en Nueva York. Men's Health publicó una entrevista con el tenista serbio en el que se dio parte de esta 'obsesión', utilizando artilugios como un parque con nanotecnología (en Roland Garros) o gotas de plata que consume: en ayunas, toma un vaso de agua caliente o a temperatura ambiente con gotas de limón y de plata.
Como se encargan de recordar los compañeros de Relevo, Djokovic está muy obsesionado con la alimentación y realizar una dieta muy estricta. Cualquier alimento que ingiera, estará calculado al dedillo y se remonta a 2010. En ese momento Djokovic había logrado su primer gran triunfo, pero su mayor hándicap era el agotamiento: su cuerpo se cansaba demasiado pronto y a duras penas aguantaba en partidos que se extendían.
Igor Cetojevic, médico residente en Chipre consideró, a diferencia de muchos, que no se trataba de problemas por el asma, sino que era más bien una intolerancia alimentaria. Así que decidió contactar con Novak Djokovic y se citaron dando como resultado a un cambio total en la forma de vida del tenista.
El serbio se tumbó en una camilla y accedió a cumplir las peticiones del médico: "Pon una mano en tu estómago, y la otra ponla con la palma hacia arriba e intenta hacer fuerza cuando yo empuje". Después, se repitió la operación pero en esa ocasión con una rebanada de pan encima del estómago del tenista. Entonces, la mano de Djokovic cedió. El trigo le afectaba a Djokovic, como el propio medico recordó años más tarde: "Le afectaba a la respiración. A través de mi conocimiento de la medicina tradicional china, entiendo que cada órgano está conectado con otro y se equilibran entre sí. El equilibrio y los pulmones se equilibran".
La cabeza de Djokovic cambió completamente de chip y comprendió que, si quería lograr todas las ambiciones que tenía planteadas, debía tener una gran fuerza de voluntad. Así eliminó de su dieta trigo, azúcar, sal y, poco después, la carne. Su alimentación está basada en vegetales y así lo ratifican sus acciones también. El propio Albert Costa reconoció en Movistar+ una anécdota que habla de esto: "Yo recuerdo que cuando vino a jugar el Godó nos pidió que vaciáramos la nevera de su hotel y que se la llenáramos de fruta y de un agua que nos pidió". Fue en 2018, cuando era director del torneo en Barcelona.