Si algo tiene el tenis es que es un deporte muy volátil en el que todo puede pasar, y si a eso le juntas que cada día que saltas a la pista es totalmente diferente al anterior y tienes enfrente a un rival que tiene las mismas o más ganas de ganar que tú, independientemente del ranking. Y si no que se lo digan a Andrey Rublev, el sexto de la ATP y que venía de conseguir en Madrid hace tan solo 8 días el segundo Master 1000 de su carrera, jugando un tenis brutal que le ponían como candidato a todo en el Foro Itálico, pero la suerte no le ha acompañado y en tercera ronda ha caído contra el francés Alexandre Muller.
Muller dio la sorpresa al imponerse en una maratón de 3 sets que terminó con un marcador de 3-6, 6-3 y 6-2, quedándose como el último francés en liza en el torneo. Y es que se aprovechó de que el gran campeón del Mutua acusó sobre manera la maratón que vivió el sábado ante el estadounidense Marcos Giron, al que ganó en 2 horas y media de sufrimiento.
Pero esta vez la moneda no cayó de su lado en otra partido igualadísimo de casi 2 horas en el que se puso por delante en el marcador con el 6-3 inicial. En esa primera manga un 'break' tempranero le permitió ponerse 4-1 arriba y encaminarla con facilidad, hasta que la cerró en su segunda bola de set, pues tuvo una para cerrarla con un 6-1.
, pero en el sexto juego, con 3-2 en favor, el galo desaprovechó una bola de rotura que fue solo el aviso. En esa ocasión Rublev mantuvo el saque y puso el 3-3, pero no pudo hacer lo propio en el octavo juego, en el que salvó 3 bolas de rotura antes de sucumbir y dejar el set en manos del francés. No falló el galo con su saque y alargó el duelo a un tercer envite en el que se vio la peor versión de Rublev, la misma que hace apenas unos días apunto estuvo de dejarle fuera a las primeras de cambio y que en esta ocasión no le dejó llegar a los octavos tras el gran torneo madrileño. Con un 6-2, en la tercera bola de partido, cerró su gran partido el de Poissy, que en octavos se medirá al ganador del duelo entre el chileno Nicolás Jarry y el local Stefano Napolitano.