Cuando todo apuntaba a que Aryna Sabalenka estaría en la final de Roland Garros por cómo venía jugando en el torneo parisino, finalmente, se ha quedado con la miel en los labios. Porque la bielorrusa ni siquiera ha podido alcanzar las semifinales.
Y dos son los motivos de su fracaso. El primero que la rusa Mirra Andreeva, de 17 años, se cruzó en su camino y está dispuesta a firmar una hazaña mayúscula en París. Y el segundo, un virus estomacal que perjudicó durante todo el día y el mismo partido a Aryna.
El partido acabó con la número 2 del mundo visiblemente disminuida físicamente tras el 6-7 (5), 6-4 y 6-4 que encajó y con una joven tenista, entrenada por la española Conchita Martínez, radiante de felicidad. Y es que Andreeva mostró una enorme personalidad ante una rival de la talla de Sabalenka, ganadora de los dos últimos abiertos de Australia y que buscaba su séptima semifinal consecutiva de un Grand Slam.
Al terminar el partido, Aryna no compareció ante los medios de comunicación en rueda de prensa y explicó el motivo: "A nivel físico tuve un muy mal rato todo el partido. Llevo muy enferma en los últimos días con algún tipo de virus estomacal, ha sido un desafío. Llevo varios días así, he hecho todo lo que he podido para lidiar con ello. Siempre doy lo mejor de mí para luchar hasta el final, esperaba que pudiese encontrar la manera de ganar y sentirme mejor. Ahora empezaré a entrenar en hierba lo antes posible y prepararme para mi próximo torneo, Berlín".
Analizando el partido, es cierto que se le vio con muchos problemas físicos y que la bielorrusa tuvo incluso que ser atendida en plena pista, lo que le impidió desplegar el juego que le había llevado hasta los cuartos sin perder un set.
En definitiva, fueron mucho los altibajos que mostró Sabalenka durante el choque, hasta que terminó cediendo y siendo eliminada una ronda antes que el año pasado.La otra cara de la moneda la vivió esta joven promesa del tenis femenino que ya el año pasado causó sensación en Roland Garros al alcanzar la tercera ronda procedente de la fase previa. Posteriormente, en Wimbledon y unas semanas más tarde, se clasificó para sus primeros octavos de final de un Grand Slam.
Ahora, se medirá por un puesto en la final contra otra inesperada jugadora, la italiana Jasmine Paolini, quien derrotó a la Elina Rybakina, cuarta raqueta del mundo, 6-2, 4-6 y 6-4.