Llevamos más de cinco meses de esta 2024 y si hay que destacar a un tenista que haya sido por ahora el mejor del año, ese es sin duda Jannik Sinner, el italiano que se hizo con el primer Grand Slam del año en el Open de Australia, en un torneo que fue una liberación personal y la confirmación del gran final de 2023 que había tenido, en el que había logrado ganar la Copa Davis y su primer Master 1000 en París-Bercy. Tras Australia siguió encadenando partidos ganados y no fue hasta Indian Wells, donde se topó con Carlos Alcaraz, cuando sufrió la primera derrota de la campaña.
Tras eso triunfó en Miami, pero la tierra batida se le atragantó. En Montecarlo cedió en una semifinal apasionante ante Tsitsipas, mientras que en Madrid tuvo que retirarse antes de cuartos de final por culpa de una lesión en la cadera, la misma que no le dejó saltar a la pista en casa para el Master 1000 de Roma. Previo al torneo romano dio una rueda de prensa en la que confirmó que que estaba peor de lo que creía, pero no quiso desvelar exactamente la dolencia, tampoco quiso pasarse de optimista de cara a Roland Garros, una participación parisina que ahora está más en entredicho que nunca.
Y es que según según ha desvelado el medio transalpino La Gazzetta Dello Sport, los médicos han recomendado a Sinner no forzar en la capital francesa, ante el riesgo de que su lesión en la cadera se haga crónica con solo 22 años. Esto le pone en un problema muy serio, aunque esta semana decidirá si juega o no , aunque la sensación ahora mismo es que no lo haría. Además tiene la ventaja de que solo defiende 45 puntos, y podría incluso salir como número 1 de la ATP si Novak Djokovic no llega a la final.
Pero lo importante ahora mismo, más que el ranking, es recuperarse de la inflamación de origen traumático que tiene en la cadera y de la que corre riesgo de que vaya a peor. Para tratarse lleva toda esta semana en Turín, tratándose con los servicios médicos de la Juventus. Todo lo que haga es poco, ya que hemos visto en los últimos años a tenistas como Andy Murray a los que la cadera les obligó a parar mucho tiempo y cambiaron por completo su carrera, algo que a la edad del de San Cándido es lo último que se busca.