Se retira otra leyenda del tenis

Las ATP Finals han puesto fin a la temporada tenística 2024, pero no solo han servido para coronar a Jannik Sinner, quien ha alargado su casi eterna racha que le ha llevado a ser el mejor jugador del año con una diferencia sideral sobre el resto, así como a mantener con una superioridad pasmosa el número 1 del mundo, algo que ya se ha asegurado hasta bien entrado el 2025. Además, aún le queda la Copa Davis, que tendrá lugar en Málaga desde este martes hasta el domingo y donde su Italia defenderá el título. Pero no solo se ha visto eso en Turín, pues el evento también ha servido para decirle adiós a una leyenda del tenis, Carlos Bernardes, uno de los árbitros más míticos de la ATP.

El juez de silla brasileño ha estado durante cuarenta años dirigiendo partidos del circuito masculino, en los que ha dejado grandes momentos, tanto buenos como malos, además de ganarse el cariño de jugadores, entrenadores y afición por su carisma y talante comunicativo. Aunque eso sí, no tendrá más presencia en el circuito, pero sí que le queda un último baile tenístico, pues estará en la Copa Davis de Málaga de esta semana que entra.

Una carrera marcada por la bronca con Nadal

Bernardes tuvo un susto muy importante en 2021, cuando en pleno Open de Australia en época de Covid sufrió un problema de corazón durante un partido, aunque se recuperó bien y volvió bien, como se ha visto estos años. Aunque si por algo se le recuerda es por una grandísima bronca con Rafa Nadal, en el que ha sido uno de los momentos en los que más cabreado se ha visto a la leyenda de Manacor en una pista de tenis. Precisamente fue en las ATP Finals 2010, cuando Rafa se enfrentaba a Berdych y Bernardes tomó una decisión polémica.

Una bola muy ajustada del checo la cantó mala y Rafa levantó el brazo y paró el punto. Después, Berdych no estaba de acuerdo y la pidió, resultando ser buena. Nadal había logrado responder, y su golpe pasó al otro lado. Pero Bernardes en lugar de repetir el punto, se lo dio a Berdych, y Rafa estalló. Se le escucharon perlas como un “no quiero jugar” a la famosa frase, que le repitió varias veces: “Me estás diciendo una barbaridad, Carlos”. Y después volverían a tener discusiones en partidos como la que les enfrentó los Juegos de Río, pero esta fue la más famosa, y es que pese al respeto mutuo, chocaban con mucha facilidad.