Hasta aquí llegó Rafa Nadal en Roma. El rey de la tierra batida de va por la puerta de atrás del Foro Itálico después de un día muy malo en el que Hubert Hurkacz pasó totalmente por encima de él, hasta el punto de hubo más competitividad en los dos primeros juegos que en el resto del partido, que se definió por 6-3 y 6-1 en tan solo 93 minutos de juego. Con esta derrota tan dura Rafa tendrá que decidir si participa en Roland Garros, pero después de verle sufrir tanto para ganar a Bergs, 108 del mundo, en su debut, y ceder de esta forma ante 'Hubi', lo más probable es que el 14 veces ganador de la 'Copa de los Mosqueteros' no pueda despedirse en su pista fetiche. Aunque eso sí, aún tendrá la oportunidad de hacerlo en los Juegos Olímpicos, si consigue recuperarse al 100% de aquí a la cita parisina.
El primer set comenzó de forma muy diferente a como acabó. El polaco, sabiéndose un sacador excelso, eligió servir y casi le sale el tiro por la culata, porque Rafa empezó muy cómodo, devolviéndolo todo, pero solo le faltó rematar una de las cinco bolas de rotura que tuvo en una maratón de quince minutos que hacía prever un partido sumamente duro. Tras mantener su servicio, el polaco se creció al resto, pero en otro 'thriller' de más de diez minutos desaprovechó las dos opciones que tuvo para romper. Y hasta aquí llegó el set, porque esa primera media hora de suma igualdad dejó paso a un vendaval del polaco.
A base de saques potentísimos, golpes ganadores y una defensa perfecta cada vez que Nadal intentaba conectar un golpe definitivo, acabó por desesperar al manacorí, que al igual que en la primera ronda empezó a encadenar errores. Dejadas a destiempo, voleas a la red y más errores que acabaron por permitir primero un break, y después cuatro juegos consecutivos que le dieron el primer set por 6 a 1 a un Hurkacz que se encontraba sumamente cómodo en la arcilla romana. Tal fue el cambio de paradigma, que se tardó más en los dos primeros juegos que en los cinco siguientes.
El segundo empezó diferente, con Nadal bajando la velocidad y apostando por jugar más alto y profundo, lo que le dio resultado, pero solo en el primer juego, que se apuntó, ya que después al resto no pudo hacer nada contra los saquetazos de su rival. Aunque eso sí, el punto de inflexión fue el tercer juego, cuando retornaron las dudas del de Manacor, que cedió un nuevo saque, dando una ventaja que tal y como estaba jugando su rival, parecía insalvable. Y lo fue, porque a su potencia y puntería con el saque, que le llevó hasta el cinco a tres, Hurkacz la acompañó también su dominio al resto, que sumado a que desde su vuelta los saques de Nadal son mucho más lentos, le permitieron conseguir una segunda rotura para cerrar el partido con un 6-3. Ahora el polaco buscará seguir su camino en Roma ante el cabeza de serie número 25, el argentino Etcheverry.