La situación de Rafa Nadal no está mejorando. El tenista español ha recibido duras críticas desde que se anunció que había llegado a un acuerdo con Arabia Saudí para ser su embajador. Pocos han entendido que se uniese a un país que no respeta en gran parte los derechos humanos y se lo han hecho sabes en las últimas fechas. Pues bien, el balear ha roto su silencio en el programa 'El Objetivo' de Ana Pastor, a quien ha concedido una entrevista para explicar los motivos de su decisión. Pues bien, ha sido peor el remedio que la enfermedad.
Lejos de aplacar las voces en su contra, estas se han multiplicado en redes sociales al entender que su justificación no se adapta a la realidad; tanto es así que le recuerdan en muchos casos que sólo hace esto por dinero. He aquí las palabras de Rafa.
"Yo no creo que Arabia Saudí me necesite a mí para lavar ninguna imagen. Es un país que se ha abierto al mundo y es un país con un gran potencial, ¿de acuerdo? Con lo cual es lógico que el mundo se vaya para allí y la sensación es que se compra todo con dinero y ahora Rafa también se ha vendido al dinero y yo te digo...", comenta antes de que la periodista le corte para preguntar. "Pero entiendes que la gente lo piense, ¿no?"
"Claro que lo entiendo. Hay cosas que a día de hoy se tienen que mejorar sin ninguna duda. Es un país que va muy retrasado en muchas cosas, con lo cual el país se ha abierto recientemente y si no consigue esa evolución que yo creo que tiene que seguir en los próximos 10 o 15 años, pues te diré que me equivoqué por completo", señala antes de recalcar que espera poder hacer la labor que desea en el país asiático.
"Yo creo que voy a tener libertad para poder trabajar con los valores que yo creo que tengo que trabajar y que sean correctos. Si después eso no ocurre pues te diré en otra entrevista... 'Ana, ¿sabes qué? Cometí un error'", concluye.
Como decíamos, parece que la narrativa del ganador de 22 Grand Slams ha chocado de bruces con lo que sigue pensando la sociedad. Las respuestas van casi todas en la línea de señalar que en ese país no hay valorar y que se está equivocando si quiere justificar su decisión.