Rafa Nadal tomó la firme decisión de apuntarse tanto para el cuadro de dobles como para el de individuales de Bastad con el propósito de llegar en la mejor forma posible a la cita olímpica de París, donde participará junto a Carlos Alcaraz en dobles. Quizás pensaba que los rivales no le plantearían tanta batalla como lo están haciendo o, por el contrario, que no llegaría tan lejos en ambas modalidades.
Sin embargo, al tenista balear no le ha quedado más remedio que decidir parar su participación junto a Casper Ruud en tierras suecas. Y es que los dos últimos partidos que ha disputado el manacorí le han desgastado tanto físicamente que ha decidido no jugar las semifinales que tenía prevista contra los brasileños Orlando Luz y Rafael Matos: "He jugado cuatro horas ayer y dos hoy. Me gustaría jugar, pero no es posible".
Y es que una cosa es prepararse y otra muy distinta arriesgar en la preparación. El tenistas español, no obstante, ha protagonizado una nueva remontada en su semifinal ante el croata Duje Ajdukovic y luchará por un título dos años después de Roland Garros 2022.
“Creo que fue un partido duro. Mi rival tenía uno de los mejores golpes de revés frente a los que he jugado. Vino con mucha confianza. Creo que yo intenté presionarlo. Fue muy, muy difícil, sinceramente, pero encontré la forma de sobrevivir y estar en la final después de mucho tiempo sin estar en una final. Así que es una gran noticia y estoy muy feliz”, afirmó Nadal en la pista sueca.
"He ganado cuatro partidos seguidos, algo que no había podido hacer desde hace dos años. Han pasado muchas cosas, pero todavía estoy en parte del proceso de recuperación, perdí muchas cosas porque he tenido una importante operación de cadera hace casi un año”, añadió el tenista balear.
Tras vencer a Ajdukovic, Nadal se enfrentará ahora por el título en Bastad al portugués Nuno Borges, séptimo cabeza de serie y que en la segunda semifinal se deshizo en dos sets, por 6-3 y 6-4, del argentino Thiago Agustín Tirante. Será el primer duelo ATP entre Nadal y Borges, de 27 años, 51 del mundo y que jugará este domingo la primera final de su carrera. Ganar en tierras nórdicas supondría, sin duda, una inyección de confianza para el de Manacor justo antes de comenzar su última aventura olímpica.