Mientras que en el circuito ATP hay pocas certezas históricamente, más aún en esta temporada de tierra en la que las lesiones, los problemas varios y en sí mismo las dudas de los grandes, en la WTA es otra historia, y por ese mismo motivo, en Roland Garros se ha visto como a los cuartos de final han llegado seis de las 8 mejores jugadores del ranking, de hecho, solo la 6ª favorita, Maria Sakkari, y la 7ª, Zheng Qinwen, se han quedado fuera de la antepenúltima ronda. Y ayer martes, en los dos primeros duelos, la número 1 y gran favorita, Iga Swiatek, venció a la quinta, Marketa Vondrousova; y la 3, Coco Gauff, hizo lo propio con Ons Jabeur, 8ª.
Pero este miércoles ha sido otra historia. La 4º, Elena Rybakina, llegaba en gran estado de forma, pese a que la tierra está lejos de ser su mejor superficie, pero tenía enfrente, por un puesto en semifinales a una grandísima rival como la italiana Jasmine Paolini. Paolini prosiguió la fiesta del tenis de su país en el Bosque de Bolonia, y se clasificó a sus 28 años para su primera semifinal de un Grand Slam, tras batir a la kazaja por 6-2, 4-6 y 6-4, en 2 horas y tres minutos.
Un día después de que Jannik Sinner llegara a semifinales en el cuadro masculino y se garantizara el número 1 del mundo, el primero de su país en conseguirlo, Paolini logró una victoria de prestigio ante una rival de mucha enjundia, ganadora de Wimbledon 2022 y finalista en Australia al año siguiente. La italiana, que hasta este Roland Garros nunca había encadenado dos victorias en un grande, se sobrepuso a una rival que llegaba con la victoria en Stuttgart lograda sobre tierra batida y que hasta los cuartos de final no había cedido un solo set.
Pero Paolini impuso su ritmo de juego, sometiendo a una rival superior. Pudo cerrarlo antes, puesto que en el segundo set tuvo una bola para dominar 5-3, con saque a favor, pero la desperdició y dejó con vida a la kazaja. La tercera y definitiva manga estuvo marcada por los errores de ambas rivales, pero la italiana se mostró más sólida en el tramo final para llevarse una victoria de prestigio. Paolini ganó esta temporada en Dubai, su primer torneo WTA 1.000, lo que le permitió integrar el top-15, y ahora se medirá por un puesto en la final a la ganadora del duelo entre la segunda favorita, Aryna Sabalenka, y la gran joya del tenis femenino, Mirra Andreyeva y sus 17 años.