Roland Garros avanza y las sorpresas siguen apareciendo. Pero la de ayer en tercera ronda, por el momento, es la más sonada. El ruso Andrey Rublev, sexto favorito y ganador del pasado torneo de Madrid, fue eliminado por el joven italiano Matteo Arnaldi, número 35 del mundo, en su segunda participación en el torneo.
Además, lo hizo con contundencia y por la vía rápida: 7-6 (2), 6-2 y 6-4. El bombazo sonó fuerte en la pista Suzanne Lenglen. Casi tanto como los gritos y las protestas constantes de un tenista de 26 años que llegaba en buen estado de forma, que ya había sido dos veces cuartofinalista en París, pero que hizo un mal partido y se quedó a las puertas de los octavos de final.Sólo se habían visto las caras una vez, el año pasado en Viena, y el italiano salió derrotado. Ayer se cobró la venganza y de qué manera. Pese a que este año no había conseguido buenos resultados, ya se ha colado en los octavos y ahora se enfrentará al griego Stefanos Tsitsipas, noveno favorito y que venció al chino Zhang Zhizhen también en tres sets (6-3, 6-3, 6-1).
Pero tras el partido, el protagonista fue Rublev, quien compareció totalmente abatido ante los medios de comunicación. Y lo más importante, arrepentido por lo que había hecho sobre la tierra batida de este Grand Slam.
El ruso hizo autocrítica y fue muy duro consigo mismo, al tiempo que quiso pedir disculpas por el comportamiento que había tenido durante todo el partido: "Estoy completamente decepcionado por la forma en la que he jugado. El comportamiento, creo que es el peor que he tenido en un Grand Slam. Es la primera vez que me comporto tan mal".
Analizando la derrota con más detalle, el ganador del pasado Masters 1.000 de Madrid fue sincero: "Mis resultados estaban siendo buenos, pero el problema ha estado en la mente. Creo que me he matado a mi mismo".
Por último, Rublev subrayó que le cuesta controlarse a sí mismo: "Hay momentos en los que es difícil ser indulgente conmigo mismo, de cuidarme. No sé si lo podré hacer algún día".
Mientras algunos como Rublev fallan, otros van cobrando fuerza en el torneo pese a que no empezaron con muy buenas sensaciones físicas. Son los casos de Carlos Alcaraz y Jannik Sinnner. Mientras el murciano se deshizo del estadounidense Sebastian Korda (6-4 7-6 (5) y 6-3), el transalpino hizo lo mismo con el ruso Pavel Kotov, 56 del mundo, venciéndole por 6-4, 6-4 y 6-4. Ambos ya están en octavos de final y se confirman como serios favoritos a discutirle el título a Novak Djokovic.